Jóvenes activistas. Presión y ansiedad pero también orgullo por su compromiso

Madrid, Barcelona

Esta semana Plan Internacional ha presentado un estudio global sobre el activismo de niñas y jóvenes. "Turning The World Around: niñas y jóvenes activistas frente a los avances por la igualdad" se titula y tal y como nos ha destacado Julia López, responsable de incidencia política de Plan Internacional en España, dice que la mayoría de las encuestadas - el 60%- reconoce que su mayor preocupación es la igualdad de género. Otra cifra muy significativa del estudio es la que dice que un 17% de las activistas admite temer por su seguridad, por culpa de su movilización por alguna causa sufren acoso en redes, por ejemplo. Y que 1 de cada 4 admite sufrir un desgaste en su bienestar emocional. Este es el precio a pagar por su activismo. Julia López también destaca el lado más positivo con el 95% de las niñas y jóvenes comprometidas que se sienten orgullosas de lo que hacen. Por ejemplo Nerea que con 17 años es la más pequeña de las activistas que nos acompañan. Empezó a defender causas relacionadas con el medio ambiente y el bienestar animal con 12 años. "Lo difícil es que te tomen en serio cuando ven que eres una niña" y luchar con la "etiqueta que te ponen" por luchar y dar la cara por algo. A veces la presión del entorno se traduce en mensajes "que intentan minar tu posición. Dicen que no sirve para nada, esto que haces no va a llegar a nada" Nos cuenta Patricia, de 22 años, que centra su militancia en la lucha por la igualdad. Amira también tiene 22 años, pero tenía tan solo 16 cuando abandonó, sola, su Venezuela natal. Ella es venezolana-libanesa y por toda su ascendencia y peripecia vital centra su lucha en la educación y atención a los jóvenes que tienen que abandonar su país para refugiarse en otro. Amira lo tuvo muy claro desde que salió de su hogar siendo una niña "tomé la decisión de salir (de Venezuela) con un solo objetivo: ser la mejor profesional y volver para luchar por la paz y el futuro en Venezuela y el Líbano". Las 3 jóvenes que nos acompañan en el estudio reclaman una mayor atención y apoyo, porque su compromiso les cuesta tiempo y dinero. "Si te invitan a un congreso internacional, a veces te lo costean, pero muchas veces tienes que poner de tu bolsillo" remarcan.

Hemos empezado la sección escuchando a un activista antifranquista, Carles Vallejo, que sufrió torturas y exilio por su compromiso con causas que ahora forman parte de los derechos constitucionales. Nos citamos frente a la Jefatura de Policía de la Via Layetana, en el centro de Barcelona, que como él recuerda "era el centro de la represión franquista y abuso policial en Barcelona y Catalunya". Todavía hoy mucha gente se cambia de acera o da un rodeo para no pasar por delante de este edificio donde tantos y tantas sufrieron detenciones y torturas. Esta semana la jueza ha rechazado, contra el critero de la fiscalía, investigar lo que Carles sufrió con tan solo 20 años en manos de la policía franquista. Carles anima a los activistas jóvenes a defender, ahora, lo que tanto les costó a ellos conseguir con su sacrificio y su lucha.