Zaragoza
Los vomitorios, que no eran los lugares en los que los romanos o los hispanos vomitaban, sino las salidas por las que teatros, anfiteatros y circos vomitaban a sus espectadores facilitándoles la salida
Zaragoza
Cuántas veces hemos viajado a Roma para encontrar el origen de nuestras palabras. Hoy estamos en un escenario inspirador. En el corazón de la antigua Caesaraugusta, que llegó a ser Zaragoza previo paso por el árabe Saraqusta. Y abrimos La Ventana desde una de las obras civiles que nos dejaron, el teatro, una palabra que tomaron del griego, théatron, idioma en el que nombraba "un lugar para ver". Después llegó el anfiteatro, un espacio en el que el espectáculo se podía ver desde ambos lados, como en el circo, que como se intuye, hace referencia a un círculo.
Pero estos lugares nos han dejado además un puñado de palabras que sobrevivieron y manejamos con normalidad en la actualidad. La escena, la orquesta, los vomitorios, que no eran los lugares en los que los romanos o los hispanos vomitaban, que quizás también, sino las salidas por las que teatros, anfiteatros y circos vomitaban a sus espectadores facilitándoles la salida. Incluso palabras que hoy nos parecen modernas también nacieron en estos espacios. Hoy muchos estadios y grandes auditorios llevan como apellido la palabra Arena, desde el Madrid Arena al Alianz Arena. Una palabra que hace referencia a lo que parece: la arena sobre la que se batían gladiadores, peleaban las bestias o competían las cuadrigas. En fin, hoy ya no saludamos al legar a Zaragoza con un "¡Ave, César!", pero al César le daría un síncope si pudiera viajar en el AVE que llega a su augusta ciudad.
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