Hoy por HoyHoy por Hoy
Ciencia y tecnología | Actualidad

Cómo enseñar a volar a los pájaros

35 ibis eremitas, una especie en peligro crítico de extinción, aprende una nueva ruta migratoria hacia Cádiz gracias a sus "madres" humanas y a un equipo de científicos internacional

Proyecto ibis ermitas.

Proyecto ibis ermitas.

Madrid

Si levanta usted la vista a primera hora de la mañana estos días en la zona de Villamartín, en Cádiz, puede que vean algo que no se ve todos los días. Un paramotor amarillo seguido de una bandada de pájaros. Son 35 ibis eremitas, un ave que estaba extinta en Europa desde el siglo XVII. Han sido criados a mano en Alemania por el equipo del austriaco Johannes Fritz, que lleva veinte años dedicado a salvar a esta especie de la extinción. Esta labor implica enseñarles a migrar. Para ello cuenta con un elemento fundamental: el instinto de las aves de seguir y confiar en el primer ser al que ven cuando salen del cascarón. Se llama principio de apego y en este caso despertó ante dos jóvenes voluntarias que han sido "sus madres" desde que nacieron, en marzo. Ahora, cada una viaja junto con un piloto en un paramotor, con sus llamativos chalecos amarillos, para que las aves las sigan tranquilas: "Si mi madre es buena y va en esta máquina, es que esta máquina es buena", explica Fran Prieto, del departamento de cuidado animal del Bioparc de Valencia, uno de los miembros del equipo de tierra del proyecto, que ha hablado con Àngels Barceló en la sección del Ministerio de Ciencia y Tecnología de Hoy por Hoy. Los científicos confían en que, el año que viene, las aves sean capaces de hacer el viaje solas.

Polluelo de ibis ermita.

Polluelo de ibis ermita.

Polluelo de ibis ermita.

Polluelo de ibis ermita.

Los ibis eremitas necesitan migrar para alejarse del frío del norte de Europa en invierno. Fritz llevaba 15 años guiándolas con su paramotor hacia Italia, hacia la zona de la Toscana. Una población de aves ahora ya hace ese viaje de forma autónoma. Este año, por primera vez, su destino es España, en un proyecto que en nuestro país dirige el Zoobotánico de Jerez, pero en el que participan otras instituciones, como el Bioparc o la Estación Biológica de Doñana (CSIC).

Según ha relatado Fran Prieto, el trabajo del equipo de tierra, formado por 14 personas, consiste en recorrer por carretera cada etapa del viaje y montar el aviario y el campamento humano para descansar antes de emprender otra jornada. El viaje es muy dependiente de los vientos, no pueden volar con viento demasiado fuerte ni en ausencia de viento. Además, es muy importante tener prevista una zona de aterrizaje: pueden ser aeródromos, pero es importante que no haya cerca tendidos eléctricos. No pueden ser aeropuertos porque tienen demasiado tráfico aéreo. Escogen campos segados, fincas llanas, secaderos de uva... En total, las aves habrán recorrido 2.300 kilómetros cuando lleguen a Jerez.

En el tiempo que llevan viajando han perdido tres animales, dos en Tarragona, entre Bellvei y Roquetes, y otro en Albacete, un ejemplar que seguramente haya regresado a la parada anterior, que fue Olocau, en Valencia. Fran Prieto confía en que hayan sobrevivido, porque son animales fuertes. Y los aficionados a la ornitología de esas zonas pueden avisar por redes sociales al equipo si los ven. Son pájaros muy llamativos: aves grandes, con un pico rojo largo y curvado, y un penacho de pelillos negros.

El viaje casi ha terminado. Existe una población residente sedentaria de unos 250 ibis eremitas en Cádiz, que aún reciben apoyo, pero ya se están reproduciendo en libertad. La esperanza es que la población criada en Austria se mezcle con la gaditana, que se comuniquen entre ellos y que algunos empiecen a migrar de forma autónoma, sin madres humanas. Y que, con el tiempo, no sean tan raros de ver.

Eva Cruz

Eva Cruz

Redactora en el magazine de 'Hoy por Hoy' desde 2017.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00