La actividad sexual de las anchoas le da a España uno de los premios científicos más disparatados: estos son los ganadores de los Ig Nobel

Madrid

Hace ya varias décadas, concretamente en 1991, la revista de humor científico Annals of Improbable Research (AIR) celebraba la primera edición de los 'Premios Ig Nobel'. Una parodia estadounidense de los Premios Nobel que, entre otras cosas, decidió premiar aquellos proyectos científicos que "primero hacen reír a la gente, y luego la hacen pensar". En aquella primera edición, los organizadores se decantaron por aquellos descubrimientos que "no podían, o no debían, ser reproducidos". Tras el éxito de esta primera edición, la revista ha continuado con su tradición de premiar los trabajos más disparatados del año.

Como viene siendo habitual, se han repartido un total de diez galardones correspondientes a las diez categorías del certamen. Una vez más, España ha estado representada en estos premios llevándose uno de estos divertidos reconocimientos. Concretamente el de la categoría de física, en el que se ha premiado el trabajo realizado por un equipo de origen español en torno a la actividad sexual de las anchoas y cómo estas pueden llegar a influir en los movimientos del mar. Desde hace ya varios siglos, el ser humano estudia cómo influye, por ejemplo, la luna sobre las mareas. En esta ocasión, los investigadores españoles han decidido ir más allá con un estudio que se publicó en la revista de divulgación científica Nature Geoscience.

España se lleva el IG Nobel de física

Durante un periodo de tiempo de 14 días, los investigadores y las investigadoras al frente de este proyecto estuvieron observando la actividad sexual de las anchoas en una zona de afloramiento costero gallego para confirmar o desechar sus hipótesis. Entre ellas algunas como que las grandes agregaciones reproductivas de peces desovantes podían causar un aumento significativo en la turbulencia del océano superior. A raíz de esta investigación, el equipo llegó a la conclusión de que sí que podían causar ese aumento del que hablaban en las hipótesis.

Un aumento de la turbulencia que, al mismo tiempo, puede conducir a la mezcla de las diferentes capas del océano y que, por consiguiente, puede tener un impacto importante en lo que a la circulación del océano se refiere. Por lo tanto, también a la distribución de los nutrientes y al clima. Por lo tanto, los balances de energía en los océanos se pueden debes a muchos otros factores más además de los vientos y las mareas.

Otros galardonados con el IG Nobel

A lo largo de la gala, celebrada este jueves, también se han reconocido ,muchos otros trabajos como el que estudiaba las sensaciones que sienten las personas cuando repiten una misma palabra muchas veces, galardonado en la categoría de literatura. En el campo de la psicología se ha premiado al trabajo que estudiaba cómo las personas se ven afectadas por el comportamiento de los demás, para el que investigaron cuánta gente mira hacia arriba cada vez que un extraño hace lo propio. Mientras tanto, el de nutrición ha ido a parar a dos profesores que han desarrollado palillos y pajitas eléctricas que estimulan el sabor de los alimentos.

En lo que a inventos se refiere, también destaca el desarrollo del conocido como Inodoro de Stanford. Un proyecto, liderado por investigadores de Estados Unidos y Corea del Sur, que se ha llevado el IG Nobel de salud pública gracias a este inodoro monitoriza la salud de las personas en base a sus heces gracias a numerosas cámaras y sensores instaladas en el interior del mismo. Pero no solo eso, también cuenta con un reconocimiento del ano para ser lo más preciso posible.

¿Por qué a los científicos les gusta lamer rocas?

El premio en la categoría de medicina fue para los investigadores que recurrieron a cadáveres con el objetivo de descubrir si cada una de las fosas nasales contiene el mismo número de pelos. Mientras tanto, el de comunicación ha ido a parar al equipo que estudió la actividad mental de las personas especialistas en hablar al revés. Un equipo en el que participaba la hispano-argentina María José Torres-Prioris, quien acabó siendo fundamental para conocer más acerca de estos especialistas.

Por otro lado, el premio de ingeniería mecánica ha ido a parar a los investigadores que reanimaron arañas muertas para utilizarlas como herramientas mecánicas de agarre. El de educación ha sido para el estudio que investiga el aburrimiento de profesores y alumnos en las aulas y, por último, el de química y geología ha sido entregado a los investigadores que han explicado por qué a muchos científicos les gusta lamer rocas.