Putin consigue sacar a Kim Jong-un de Corea del Norte

Madrid

El Foro Económico del Este se celebra en Vladivostok, en el campus de la Universidad Federal del Lejano Oriente. Vladivostok es una de las ciudades más al este de Rusia, cuya provincia es fronteriza con Corea del Norte y les separan apenas 350 kilómetros de la frontera Norcoreana. Allí, en ese pequeño trozo de territorio, se juntan las tierras de China, Rusia y Corea del Norte. Y allí, Rusia ha organizado su foro económico, que Putin anfitriona para conseguir más intercambios comerciales, más armamento y vender a cambio su energía, gas y petróleo.

La semana pasada, la inteligencia norteamericana desveló que Putin y Kim se habían intercambiado cartas estableciendo las bases de un posible acuerdo armamentístico, con compromisos públicos tanto de Pyongyang como de Moscú. El Foro Económico Oriental se celebra anualmente desde el 2015 en el campus de la Universidad Federal del Lejano Oriente, situado en Ruski, una isla de la ciudad de Vladivostok. Este año, la presencia más destacada era la del viceprimer ministro chino, hasta que se confirmó la asistencia de Kim Jong-un.

El líder norcoreano viaja en un tren blindado, que ya utilizaba su padre, y hará todo el recorrido entre los dos países sin cambiar de transporte. A finales de agosto, una delegación de unos 20 funcionarios norcoreanos, incluidos algunos que supervisan los protocolos de seguridad de Kim, viajaron en tren desde Pyongyang a Vladivostok y luego volaron a Moscú. Jong-un, después de asistir al foro económico, podría viajar a Vostochny, un centro ruso de lanzamiento de cohetes, y los servicios de inteligencia no descartan que también se desplace a Moscú.

La idea de la visita del líder Norcoreano a Rusia surgió de un viaje de Sergei K. Shoigu, el Ministro de Defensa ruso, a Corea del Norte en julio para la celebración del 70º aniversario de la “victoria” sobre las fuerzas surcoreanas y estadounidenses en Corea del Sur (en realidad, la guerra de tres años terminó en 1953 con un acuerdo de armisticio y un punto muerto, y las dos Coreas todavía están oficialmente en guerra).

Kim a menudo intercambia cartas afectuosas y a veces francamente efusivas con líderes extranjeros a quienes considera aliados o socios potenciales. Él y el presidente Donald J. Trump intercambiaron una serie de cartas mientras se preparaban para cumbres históricas cara a cara.

Viajes en tren blindado

Kim, como ya hizo su padre Kim Jong-il y su abuelo Kim Il-sung, prefiere viajar en su tren blindado. También cuando viajó a Hanoi en Vietnan para una cumbre con Trump. Cuando visitó Vladivostok la vez anterior para reunirse con Putin vimos entrar el tren Norcoreano en la estación, mientras los escoltas del presidente con trajes negros y guantes blancos corrían frenéticamente a su lado, limpiando cualquier asidero y superficie que Kim pudiera haber tocado el bajarse del tren. Al hacerlo, vimos a un Jong-un sonriente, con sombrero de fieltro negro y un abrigo largo también negro. Lo recibió una guardia de honor y una banda de música. Sus miembros de seguridad corrían para meter junto a la limusina negra que lo llevaba por la ciudad de Vladivostok.

Estados Unidos ha advertido del envió de armas letales de Rusia. Incluso Blinken se lo dijo a su homólogo chino. Desde Pekín han enviado tecnología y componentes de doble uso a Rusia, pero no ha suministrado ni drones ni armamento pesado al ejército ruso.