La Fiscalía quiere que el juez pregunte si el beso no consentido de Rubiales es delito en Australia
Fuentes consultadas por la SER explican que lo que va a preguntar la Fiscalía a Australia es si incluye en su código penal el delito de agresión sexual. Estas mismas fuentes consideran que el anuncio de la Fiscalía es una diligencia estéril e innecesaria que solo conllevará el retraso del procedimiento
Madrid
La Fiscalía quiere despejar los obstáculos, adelantados por la SER el pasado mes de agosto, que tiene para investigar el beso no consentido de Luis Rubiales a Jenni Hermoso. El primero ya está solucionado con la denuncia de la jugadora que era un requisito imprescindible para poder abrir formalmente una investigación por un delito de agresión sexual.
El segundo viene aparejado por el lugar donde se cometió el delito. El Ministerio Público incluirá en la querella que va a presentar en los próximos días la petición para que el juez pregunte a Australia si los hechos son delito en ese país porque es necesaria la doble incriminación para que la Audiencia Nacional pueda investigarlos.
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Sin embargo, la Fiscalía no va a preguntar si un beso no consentido en Australia es delito. Ni siquiera si Australia lo contempla como agresión sexual. Lo que va a preguntar la Fiscalía a Australia es si incluye en su código penal el delito de agresión sexual. Nada más. Y es obvio que sí, como cualquier país de nuestro entorno jurídico, firmante además del convenio de Estambul.
Por lo tanto, para las fuentes jurídicas consultadas por la SER en la Audiencia Nacional, el anuncio que ha hecho este jueves la Fiscalía para confirmar la doble incriminación es una diligencia estéril e innecesaria que solo conllevará el retraso del procedimiento, ya que habrá que esperar a la obvia respuesta australiana para iniciarlo.
De hecho, las mismas fuentes recuerdan que abordan al año en la Audiencia Nacional numerosos casos de agresión sexual por estudiantes españoles de Erasmus o de vacaciones en el extranjero, y nunca han preguntado al país de origen si también lo consideraban delito. Es una obviedad.
Hermoso ratifica que el beso no fue consentido
Jenni Hermoso compareció el pasado martes en la Fiscalía General del Estado para formalizar su denuncia contra Rubiales después de que el presidente de la Real Federación Española de Fútbol le besara durante la entrega de trofeos tras la victoria española en el mundial de fútbol femenino.
La jugadora del Pachuca reiteró este martes ante la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez, que el beso recibido por parte de Rubiales en la entrega de trofeos de la final del Mundial no fue consentido. Según ha sabido la SER, ratificó de forma inequívoca e íntegramente en su denuncia el contenido del comunicado que remitió el pasado 25 de agosto, en el que también aseveró que fue víctima de una agresión y que se sintió vulnerable.
Jenni Hermoso ratifica en su denuncia que el beso no fue consentido
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Hermoso se presentó "tranquila" a media mañana del martes ante la Fiscalía General del Estado, acompañada de su abogado, según las mismas fuentes. Fue su letrado quien se puso en contacto con la Fiscalía de la Audiencia Nacional anunciándole las intenciones de Hermoso y el Ministerio Público le instó a que acudiera a la Fiscalía General del Estado a prestar declaración, por ser un edificio más discreto y habitualmente sin tanta cobertura informativa como la Audiencia Nacional, a efectos de obtener una mayor discreción y proteger la intimidad de la denunciante.
La Fiscalía espera presentar la querella a finales de semana o principios de la próxima como muy tarde. Será una instrucción corta si el juez admite a trámite la querella, porque las diligencias de investigación a practicar son escasas. Entre ellas, la declaración de Rubiales como investigado por un delito de agresión sexual sin acceso carnal, penado con entre 1 y 4 años de cárcel, y tal vez de la propia Hermoso si así lo considera el magistrado, que puede que ni la cite a declarar, así como las pruebas videográficas que consten para ratificar o descartar los hechos.