La política hace extraños compañeros de playa

Madrid

Es sabido que, en una playa nudista, al votante del PP se lo reconoce porque lleva un jersey en los hombros por si refresca. El votante del PP está convencido de que Pedro Sánchez les robó las elecciones y está deseando que Puigdemont le haga la pirula para seguir votando y votando al PP. En las playas nudistas, con el jerseicito en los hombros, no se habla de otra cosa.

La política hace extraños compañeros de playa. De momento, Feijóo y Puigdemont están unidos por su común aversión a esa cosa abominable llamada sanchismo. No les sorprenda que acabe siendo Feijóo el que indulte a Puigdemont. Lo que ahora algunos condenan como una intolerable concesión al chantaje de los que quieren romper España, entonces se bendecirá como una medida necesaria para la estabilidad institucional y el interés general de los españoles.

En realidad, todo sería más sencillo si cada partido adoptara alguna de las medidas que le correspondería adoptar a sus rivales. El PP del gallego Feijóo podría, por ejemplo, defender el uso del catalán, el vasco y el gallego en el Congreso y de ese modo empezar a ganarse el corazoncito de quienes algún día tendrían que apoyarle para formar gobierno.

Ya saben lo que dice la canción: el Puigdemont me quiere gobernar y yo le sigo, le sigo la corriente.