La surrealista experiencia de Tsitsipas con una aficionada en Cincinnati: "Están imitando a una abeja"

Surrealista la experiencia que le ha tocado vivir a Stefanos Tsitsipas durante el Masters 1000 de Cincinnati. El tenista griego se encontraba en un partido ante Ben Shelton del abierto estadounidense cuando ocurrió algo que no le había pasado nunca en su carrera, tal y como explicó después al árbitro español Nacho Forcadell.

Detrás de él, una aficionada estaba haciendo ruidos muy extraños. Se trataba de una imitación a una abeja, como una especie de zumbido, con el claro objetivo de distraer a Tsitsipas. El griego, ya cabreado, se marchó a hablar con el juez de silla y le explicó lo que le estaba sucediendo. "Hay una persona imitando a una abeja detrás de mí. Es un ruido justo detrás de mí cuando saco", replicó Stefanos a Forcadell. El colegiado, atónito, le volvió a preguntar por lo que estaba pasando porque no terminaba de comprenderlo.

Tsitsipas terminó intermediando

"¿Te están diciendo algo?", le comentó el juez de silla, tratando de buscar una explicación. Tsitsipas volvió a incidir en que no le estaban diciendo nada, sino que estaban imitando el zumbido de una abeja para despistarle con el saque. Tsitsipas le pidió que echase a la mujer de la pista, pero Forcadell no estaba de acuerdo y le dijo que solo lo haría si lo seguía haciendo.

De ese modo, al tenista griego no le quedó otra que armarse de valor e ir a hablar con la mujer para que le explicase lo que estaba sucediendo. La aficionada, que no pensaba al inicio que su 'broma' iba a dar tan de sí, se achantó, y rectificó. Pidió perdón al griego y el partido pudo reanudarse. Tsitsipas ganó por un doble 7-6, pero le tocó vivir una de las experiencias más surrealistas que tendrá a lo largo de su carrera.

En la siguiente ronda, ya en los octavos de final, el griego se enfrentará a un Hurkacz que viene de eliminar a Coric y a Kokkinakis. Va en el mismo lado del cuadro que Carlos Alcaraz y podrían verse las caras en unas hipotéticas semifinales. Antes, el murciano tendrá que eliminar al estadounidense Paul, un tenista muy rocoso, y también al vencedor del duelo entre Wawrinka y Purcell.

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