El entorno digital es, como cualquiera otro, una vía que utilizan los grupos delictivos para perpetrar estafas de todo tipo que responden a diversos y espurios fines. Los ordenadores, dispositivos móviles y tablets pueden ser el lugar por el que el usuario reciba un mensaje que acabe por ser un auténtico engaño. En los últimos tiempos, se han generalizado las estafas con forma de mensajes de texto que tratan de parecer comunicaciones oficiales que proceden de organismos gubernamentales o empresas. Pese a ello, son lo que son: fraudes. Un usuario de Twitter, que se identifica como @Unasolavozsoy, ha compartido públicamente por escrito y con capturas de pantalla lo que recibió en su teléfono móvil en forma de SMS. Este hombre recibió, según cuenta, «un SMS de la Agencia Tributaria» que tenía como fin el ingresarle al contribuyente «411 euros de la declaración». Pero estuvo rápido al percatarse, antes de introducir la información que le solicitaban en el mensaje, de que algo no cuadraba. «Qué majos», ironizó, para después señalar que en la comunicación le pedían «hasta el pin de la tarjeta». Acompañando al texto, este usuario adjuntó una imagen en la que se puede ver un enlace que claramente no se corresponde con uno oficial del organismo de Hacienda español. En el supuesto formulario de «reembolso electrónico», se ve que le solicitan desde el nombre completo y el número completo de la tarjeta bancaria hasta la fecha de caducidad, el código de seguridad de la tarjeta, conocido como CVV, o el PIN. Un enlace malicioso de una estafa conocida como pishing. De hecho, la Agencia Tributaria únicamente requiere al ciudadano el número de su cuenta bancaria para poder proceder al reembolso correspondiente a la campaña de la declaración de la renta. Tal y como indica en un segundo tweet, este usuario llegó a abrir el enlace en el navegador web porque le llegó «junto a los demás mensajes de la seguridad social» lo que, por tanto, podría hacer creer a muchos ciudadanos que se trata realmente de una solicitud real de la Agencia Tributaria. Han sido muchas las personas que han mostrado su indignación o su sorpresa por el calibre del engaño. «Da un mal rollo que no te puedas fiar hoy de casi nada... Lo peor es que habrá mucha gente que caerá y eso les puede joder la vida. Qué pena», lamentaba una usuaria. Otro ofrecía un consejo verdaderamente útil para estos casos: «Como consejo. Mirar el link antes de pulsarlo».