"Con un simple clic, afloran": Yolanda Díaz revela el algoritmo con el que Trabajo persigue las irregularidades

Madrid

La vicepresidenta segunda y candidata a la presidencia del Gobierno por Sumar, Yolanda Díaz, ha pasado esta semana por los micrófonos de Hora Veintipico y ha hablado con Héctor de Miguel sobre algunas cuestiones claves para el futuro de España, como son los avances en tecnología. Ante la pregunta sobre los posibles problemas laborales de la inteligencia artificial y sus riesgos a la hora de acabar con algunos empleos, la también ministra de Trabajo ha confesado que es un tema que le "apasiona" y considera que no va a quitar trabajo, sino que van a surgir puestos diferentes. En este sentido, ha explicado que en la Inspección de Trabajo ya se ha introducido una herramienta que precisamente busca mejorar su labor diaria.

Díaz ha confesado que ella misma ha sido la creadora del algoritmo MAX, que ha definido como ese que "tanto le preocupa a los empresarios y las empresarias porque con un simple clic, muchas irregularidades que se cometen en España se hacen con una simple fórmula matemática". Esta herramienta se ha creado para combatir tanto el exceso de horas extras como las horas extra realizadas y no remuneradas. Lo que hace es mediante un rastreo de los datos que son fácilmente accesibles, como fallos en el alta o la baja de empleados, registros de contratos o el cumplimiento de los horarios, ver si hay irregularidades y así sancionar a las empresas sin necesidad de usar a ningún inspector.

La ministra se ha mostrado "súper a favor de los algoritmos y de los datos" y considera que el buen uso de la tecnología puede incluso "aumentar la productividad desde las administraciones públicas", como ocurre, a su juicio, con MAX. "Antes, probablemente para hacer una actuación de la Inspección de Trabajo, necesitaría un montón de inspectores e inspectores de trabajo y muchas horas de trabajo, pues ahora con un simple clic afloran".

"Regular los derechos"

Sin embargo, ha añadido que es importante que esos datos estén regulados y pone como ejemplo "el paso muy importante" que se ha dado con la Ley Riders. Para ella, lo primero que hay que hacer es "regular los derechos" y pone como ejemplo que hoy en día "las grandes multinacionales energéticas, solo por nuestras facturas de la luz y el manejo de sus datos pueden acceder a nuestras vidas". A su juicio, esto tiene que tener "una regulación por los derechos fundamentales, las privacidades", entre otras cosas.

La ministra sostiene que los dos mundos, el del trabajo y el digital, son compatibles pero siempre que estén regulados los derechos. Lo que actualmente ha cambiado son las relaciones laborales. "Ahora no tienes a un jefe físico que te está diciendo 'tienes que rendir no sé cuánto', tienes una aplicación informática, pero es lo mismo, y de lo que se trata es de mantener derechos".

Lo que considera la ministra que va a pasar en el mercado laboral en un futuro no muy lejano es que "van a desaparecer unos puestos de trabajo que son contaminantes, que son destructivos, que enferman a los trabajadores y las trabajadoras y deben de ser paulatinamente sustituidos por otros que generan mayor valor añadido". Lo importante, insiste, es que esa transición de un mundo a otro se haga de forma correcta. Como ejemplo, ha puesto la profesión médica, que cada vez demanda más formación en tecnología.

"No tenemos que tener miedo, porque si no invadimos el mundo de las distopías y es donde nos quieren ahí y no va de distopías, va de esperanza y de utopías. Y lo que sí que hay que decir y yo aquí soy muy firme, lo vamos a hacer con derechos, con derechos en nuestras vidas privadas, pero con derechos laborales. Esto es fundamental", ha añadido.