"Retroceso cultural en Valencia"

Madrid

La investidura de Carlos Mazón como nuevo President de la Generalitat Valenciana ha tenido, hoy, distintos momentos críticos. Entre los más destacados figura el retroceso cultural y de la diversidad lingüística. Las izquierdas han protestado contra el veto del Ayuntamiento de Borriana, y concretamente del concejal perteneciente a Vox, a la suscripción de cinco revistas en catalán, dos de ellas editadas en Valencia. De “inquisición” y demostración de “censura” han calificado esa actuación. Que según Joan Baldoví, el líder de Compromís, ha sido “bendecida” por el propio consejero de Cultura. Las publicaciones, varias de ellas infantiles habían sido incorporadas a la biblioteca hace años, bajo mandato del PP.

La censura es doble: a una manifestación cultural de la que discrepan los nuevos gobernantes. Y a la lengua valenciana/catalana, que es cooficial en la comunidad. Cooficial será, pero que ya no ha sido empleada por el nuevo President en su discurso de investidura (ni en réplicas a los portavoces), por el nuevo titular, a diferencia de su antecesor, Ximo Puig.

Soplan malos vientos para “la riqueza” que supone la diversidad de lenguas. Y que según la Constitución es un “patrimonio cultural” que “será objeto de especial respeto y protección”. El concejal, por activa, viola ese mandato constitucional. Y el presidente, por pasiva, lo incumple. Triste.