Miles de personas huyen del campo de refugiados de Yenín mientras Israel continúa su ofensiva

Israel continúa su despliegue militar en el campo de refugiados de Yenín, en Cisjordania, por segundo día consecutivo, lo que ha provocado ya que al menos 3.000 personas hayan abandonado el lugar, según datos de la Media Luna Roja. Esta organización ha denunciado además que la salida de estas personas no está siendo fácil por el nivel de destrucción que sufren las carreteras cercanas a un campo de refugiados que se ha quedado sin luz ni agua.

Según los últimos datos actualizados, la ofensiva israelí contra lo que considera un punto de encuentro y coordinación de combatientes palestinos ha dejado ya 11 muertos, entre ellos cuatro menores palestinos, y al menos 120 heridos, de los que un veintena están en estado grave. Podría llegar a su fin en las próximas horas por la escasa resistencia que están poniendo los 300 milicianos palestinos que permanecen en un campo en el que solían vivir unas 20.000 personas.

A primera hora de este martes, el portavoz de las fuerzas armadas israelíes, David Hagari, ha explicado en un comunicado que Israel ha arrestado ya a 120 personas en el campo, que sigue habiendo objetivos que justifican mantener la operación abierta y que se están realizando redadas en busca de laboratorios y almacenes de explosivos. "No hay ningún punto del campamento en el que no hayamos estado ya", ha explicado Hagari.

La incursión militar israelí es la mayor en Cisjordania desde los años de la Segunda Intifada (2000-2005), y en lo que va de año son ya más de 150 los palestinos muertos a manos del ejército israelí. Entre ellos hay 26 menores de edad.

Obstáculos a la ayuda humanitaria

En conversación con la SER, el médico Pedro Serrano, que trabaja para Médicos sin Fronteras en Yenín, ha explicado que "están tirando bombas, cohetes, gas lacrimogénos. Hemos tenido incidentes con gas lacrimógeno dentro del hospital. Toda persona que esté dentro del campo está en riesgo porque no sabemos en qué momento puede haber una explosión o un ataque".

Las incursiones siguen un patrón familiar: las ambulancias han sido embestidas por vehículos blindados y se ha negado sistemáticamente la entrada y salida del campo a pacientes y personal sanitario

—  Jovana Arsenijevic, coordinadora de operaciones de Médicos sin Fronteras en Yenín

Según esta organización, Israel está obstaculizando la atención médica y ha confirmado que ha atendido a decenas de heridos, algunos con heridas de bala en la cabeza. Denuncia además que las excavadoras militares han destruido múltiples carreteras que conducen al campo de refugiados, despojándolas de pavimento y haciendo casi imposible que las ambulancias lleguen a los pacientes.

Contactos congelados

Las autoridades palestinas han decidido suspender todo contacto y reuniones con Israel mientras esté en marcha la operación militar, lo que incluye también que se haya detenido la coordinación entre las fuerzas de seguridad de ambos países en las zonas fronterizas.

Los líderes palestinos también han decidido limitar sus contactos con Estados Unidos al considerar que Washington se ha negado a ejercer presión sobre Israel para que se detengan los ataques.

Ataque en Tel Aviv

A mediodía de este martes, un joven cisjordano de 23 años se ha lanzado con su coche contra los viandantes de una zona de Tel Aviv antes de bajarse para intentar apuñalar a algunos de ellos. Según las primeras informaciones hay siete personas heridas y el palestino, que había llegado a Tel Aviv con un permiso para recibir tratamiento médico, ha sido abatido por un civil armado.

Hamás ha confirmado que este acto, que según las fuerzas israelíes lo ha cometido sólo este joven palestino, es la primera respuesta a la incursión hebrea en Cisjordania. "Es la primera reacción a los crímenes cometidos por Israel contra nuestra gente en el campo de refugiados de Yenín. Israel pagará el precio de sus crímenes", ha explicado Hazem Kaseem, portavoz de esta organización.