Vox aprovecha los pactos con el PP para situar a sus perfiles más ultras en puestos de poder
Negacionistas del cambio climático, de la pandemia o de la violencia de género, militantes de organizaciones ultracatólicas o defensores de Trump: la formación de Abascal lleva a los puestos de mayor representación institucional a los dirigentes más radicales
Tres perfiles de la ultraderecha que siguen el mismo patrón
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Madrid
A través de sus pactos con el PP, Vox está consiguiendo acceder a la presidencia de los parlamentos autonómicos de varias comunidades. Hasta ahora solo ostentaban ese puesto en Castilla y León, como consecuencia de la alianza entre Alfonso Fernández Mañueco y Juan García-Gallardo, pero desde el 28 de mayo también lo ocupan en Aragón, Baleares o la Comunidad Valenciana. La formación de Abascal está convirtiendo en segunda autoridad de esos territorios a perfiles muy concretos de sus filas, los más ultraconservadores.
El último ejemplo es el de la Comunidad Valenciana. Llanos Massó, diplomada en Ciencias Religiosas, que se define en su biografia institucional como "madre y ama de casa", es desde este lunes presidenta de Les Corts. En su currículum como activista destaca su militancia en la organización Hazte Oír, una plataforma que se dedica a impulsar campañas de acoso a las mujeres que quieren ejercer su derecho al aborto, o contra la educación sexual en los colegios e institucios. De hecho, de su actividad como diputada durante estos años. resalta una intervención en la que para denunciar un supuesto adoctrinamiento en las aulas, mostró una imagen de penes adulto y de diferentes formas y tamaños. Vox asegura que ya no forma parte de esa organización.
Contra las políticas de Igualdad
Massó es también conocida por combatir activamente las políticas que buscan consolidar la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. En el partido difunden orgullosos su participación en debates cara a cara con feministas en los que niega la violencia machista con argumentos como que "la violencia no tiene género" o que las "madres y mujeres también matan".
Quien desde esta semana es presidenta del parlamento de la cuarta autonomía más poblada de España, también combate las cuotas. Según dice, no sirven para garantizar la paridad y acabar con la brecha de género, sino que trasladan la idea de que la mujer no llegan a los puestos de poder por sus méritos. "Con esas políticas feministas puedo pensar que nosotras estamos en las cortes, no porque nos lo hemos ganado, sino porque han sido necesarias más cuotas", defendió en un debate.
Ataques a Irene Montero
Un argumento, el de los méritos y las capacidades propias, que sin embargo niegan a dirigentes de otras formaciones, como la ministra de Igualdad, Irene Montero. La presidenta de las cortes de Aragón, aprovechó las circustancias personales de la dirigente de Podemos para atarcarla e insultarla durante una intervención en un medio de ultraderecha.
Marta Fernández aseguró que la ministra de Igualdad "no sabe nada en la vida", "solo sabe arrodillarse para medrar". El PP, que expulsó al alcade de Villar de Cañas por una declaraciones similares, ha apoyado el nombramiento de la dirigente de Vox para presidir la asamblea regional. Fernández tiene un largo historial de declaraciones polémicas por banalizar la violencia machista o la necesidad de combatir el cambio climático, que dice, solo forma parte de una "agenda ecorradical".
Pero si algo tienen en común los tres presidentes escogidos por Vox es que son de gatillo fácil en las redes sociales, lo que permite conocer mejor qué piensan sobre algunos temas. Es el caso de Gabriel Le Senne, presidente del parlamento balear, que aseguró que las mujeres "son más beligerantes porque no tienen pene".
"Hacer a todos iguales, es injusto"
El diputado de Vox es autor de un libro en el que hace una apología del liberalismo y el cristianismo. En sus entrevistas para promocionar la publicación ha asegurado que la igualdad de oportunidades o la justicia social es injusta porque se basa en quitar cosas a unas personas para dárselas a otras. Según su teoría, "la gente tiene habilidades distintas, se esfuerza de manera distinta y tiene un éxito que se lo da en el mercado, los consumidores". "Cuanto mejor sirvas, más recompensa tendrás". "Hacer a todos iguales para asegurar una libertad teórica es injusto".
En sus publicaciones y escritos en medios digitales y redes sociales Le Senne o Marta Fernández no han dudado en alabar la figura de Donald Trump o en ensalzar la prosperidad económica, que en su opinión, tuvo España durante el franquismo. "Entre el franquismo y la democracia, hemos gozado de 80 años de cierta paz y tranquilidad. Los primeros cuarenta, mejorando: cada vez más liberad y prosperidad. Los segundos, cuesta abajo (y sin frenos)". Después de que sus publicaciones salieran a la luz, ya como presidente del Parlamento de Baleares, acusó a los medios de sacar de contexto sus opiniones y de ser víctima de una campaña de descrédito solo por ser miembro de Vox.
El auge de estos perfiles en las distintas comunidades autónomas coincide con la apuesta de Abascal por aupar también a los dirigentes más radicales en la dirección nacional. El ala ultra ha encontrado su hueco en el núcleo duro del presidente de la formación con Jorge Buxadé, que fue en las listas de Falange o que estuvo vinculado al Opus Dei, o de Ignacio Garriga como secretario general.
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