Biden firma una nueva orden para facilitar el acceso a métodos anticonceptivos

Joe Biden ha firmado su tercera orden ejecutiva para ayudar a millones de mujeres de Estados Unidos a acceder a métodos anticonceptivos prácticamente un año después de que el Tribunal Supremo derogara el derecho al aborto, que ha quedado muy dañado en varios Estados hasta el punto de que el gobierno calcula que 23 millones de mujeres han quedado desprotegidas.

Esta orden se centra sobre todo en facilitar el acceso a estos métodos a quienes estén en el servicio militar, a las funcionarias y a las estudiantes. La orden recuerda que la mayoría de seguros privados deben proporcionar estos servicios sin coste adicional, y también establece que farmacias y clínicas privadas deben garantizar el acceso a la contracepción y a métodos de emergencia como la píldora del día después.

También fija de manera explícita que las mujeres en edad reproductiva que puedan tener algún tipo de discapacidad pueden acceder a estos métodos sin tener que hacer frente a "barreras innecesarias".

Para que todas las mujeres puedan beneficiarse de esta norma, el texto incluye la obligación de "expandir la disponibilidad a estos métodos, nuevas guías informativas, asistencia técnica y nuevos recursos para la formación para que los proveedores entiendan sus obligaciones legales, que incluyen proporcionar servicios de planificación familiar cultural y lingüísticamente adaptados".

En esa línea, obliga a las instituciones educativas a proporcionar información que permita a las mujeres estudiantes "comprender cuáles son sus opciones para acceder a métodos anticonceptivos".

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Recursos y protestas

En este último año se han sucedido las protestas de mujeres por todo el país por la restricción de sus derechos, que en algunos Estados es absoluta e incluye además penas para quienes quieran ayudarlas a abortar.

La Casa Blanca recuerda que una de cada tres mujeres en edad reproductiva vive en un Estado donde hay restricciones para abortar, y concluye además en su comunicado que "se les ha negado atención médica esencial para salvaguardar su salud e incluso sus vidas. Han sido expulsadas de salas de emergencias, forzadas a retrasar su atención médica y obligadas a viajar cientos de kilómetros y a cruzar estados para obtener asistencia sanitaria básica".

Hasta Naciones Unidas ha llegado a denunciar que la legislación antiabortista de Estados Unidos atenta contra los derechos humanos.