Cáncer
"Del griego también nos llegó el 'ónkos', que fue tumor en latín. Como latina es la palabra cáncer, que nos llegó intacta. Después hubo que crear un diminutivo para nombrar al cangrejo. Y así el cáncer quedó para la enfermedad y para nombrar una constelación y un signo zodiacal"
Madrid
El cáncer es tan antiguo como el ser humano, pero la palabra genera derechos de autor desde hace 25 siglos en favor de Hipócrates, que lo bautizó como 'karkinos', cangrejo, palabra que puede parecer extraña, salvo que suavicemos la segunda 'k', leamos 'carcinos' y encontremos la raíz de carcinoma. No se sabe si lo bautizó con el nombre del animal por la dureza de los tumores, por su forma o por los pinchazos que experimentaban quienes lo padecían. Del griego también nos llegó el 'ónkos', que fue tumor en latín. Como latina es la palabra cáncer, que nos llegó intacta. Después hubo que crear un diminutivo para nombrar al cangrejo. Y así el cáncer quedó para la enfermedad y para nombrar una constelación y un signo zodiacal.
Aparte de la transformación etimológica, es muy interesante la evolución cultural de la palabra. Hasta hace poco tiempo fue un término tabú que generó eufemismos como el de "una larga y penosa enfermedad". También sufrió, por la vía de la metáfora, una indeseable estigmatización: que si la corrupción es el cáncer de la democracia, la desigualdad el cáncer de la sociedad... Quienes saben de esto han luchado contra los dos fenómenos. Nos piden que llamemos a las cosas por su nombre, por un lado, y que no asociemos la palabra con el paradigma del mal. De hecho, mientras muchos cánceres hoy se curan, algunos de esos males metafóricos parece que no tienen remedio.
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