Agua potable y ayuda psicológica, las dos necesidades más urgentes de los evacuados por el derrumbe de la presa de Ucrania

No hay una cifra exacta de cuántas personas se han visto afectadas por la destrucción de la presa de Kajovka, pero al menos 17.000 vivían en los alrededores y se cuentan por miles quienes han tenido que ser evacuadas y han perdido sus viviendas por la llegada de la enorme riada.

A la espera de que vaya llegando ayuda procedente de otros países, España está entre los que ha anunciado que la enviará, son las organizaciones humanitarias que ya estaban presentes en la zona las que están prestando la primera ayuda. "Necesitan asistencia médica, albergues, comida y recuperar sus medios de vida y sus pertenencias", explica a la SER Vicente Raimundo, director de Programas Internacionales de Save the Children.

En la primera respuesta se está repartiendo agua potable, el propio presidente Volodímir Zelenski alertó en las primeras horas posteriores al derrumbe de la presa de que cientos de miles de personas se habían quedado sin ella, así como dinero en efectivo para que los afectados puedan hacer frente a gastos inmediatos.

El agua además se puede convertir en un vector de enfermedades infecciosas, por lo que desde esta organización recuerdan que "es un desastre que toca muchos frentes: las infraestructuras, la agricultura, la ganadería, a los movimientos de población. Es una situación con un impacto profundo y duradero".

Atención psicológica urgente

Save the Children alerta también de la necesidad de atender al impacto psicológico que un suceso de este estilo tiene para la población. "Después de la pérdida de un ser querido, un cambio de este tipo es lo que más puede impactar a una persona", explica Raimundo. "La gente ha perdido muy rápidamente sus viviendas, sus medios de vida. La vida de miles de personas se ha transformado de la noche a la mañana y por muchos meses", añade, "por lo que habrá un trabajo enorme que hacer de atención psicológica sobre todo para niños y niñas que han perdido todo".

Estas organizaciones están ahora comprobando cuánta gente se ha ido a casas de familiares y cuántas necesitan poder ser acogidas temporalmente en edificios como escuelas.