No dejen de votar

Barcelona

Este domingo no se olviden de votar, aunque a veces les moleste la tensión, los malos modos, las trampas. No dejen de votar porque hay que decir muchas cosas y en distintos ámbitos. Muchos de ustedes votarán algo así como casi tres veces. Alto. Me refiero a legalmente. Dos de las veces están muy claras. Una es al ayuntamiento, la otra al gobierno autonómico. El voto se decide de forma individual porque esto no habla de decisiones masivas o gregarias. Y vale tanto destinarlo a quién ganará como a quien pierda, porque todas las posiciones quedarán reflejadas y lo lógico es que la decisión dependa de lo que han hecho los que gobernaron, lo que hayan dejado de hacer o hayan controlado los que estaban en minoría y la credibilidad de unos y otros.

Esta vez tenemos la suerte de que han abundado los debates con bastantes participantes y a distintos niveles y que en general han sido interesantes. Han tratado de asuntos tangibles, concretos, con participación de muchos candidatos y una sola gran excepción de cuyo nombre no logro acordarme y que deliberadamente quiso estar ausente, despreciando no sólo a sus rivales, sino a las inquietudes y necesidades de todos los ciudadanos. Los contrarios y los favorables. También el domingo empieza a perfilarse la tercera apuesta. Estas elecciones condicionarán el clima político hasta las legislativas de fin de año. Varios líderes han querido imprimirle un aire de primarias para confirmar el rumbo de lo realizado en los últimos años en el Parlamento y en el Gobierno o para derrumbar al rival. No siempre coinciden los resultados de las locales con las nacionales posteriores. A veces ha sorprendido el contraste, pero crear clima lo crean, así que hay que afinar por triplicado.