Óscar de Marcos declara el amor que siente por el Athletic: "Ni se me pasaba por la cabeza salir, ni escuchaba"

Llegó al Bilbao Athletic en 2009 para jugar en Segunda División B tras abandonar el Deportivo Alavés. Desde entonces, Óscar de Marcos pudo permanecer en el Athletic Club, el equipo de su vida. Tardó solo un año en llegar al primer equipo y rápidamente se consolidó. En su decimocuarta campaña en Primera División y a sus 36 años, el futbolista se plantea si renovar o no con el cuadro dirigido por Ernesto Valverde. No obstante, la decisión no es precisamente fácil. Y es que el amor que siente por el club vasco es comparable con muy pocas cosas, tal y como recalcó en 'Universo Valdano'.

El jugador vasco hizo saber que nunca se le pasó por la cabeza salir del club: "Todo lo que era poder salir del Athletic ni se me pasaba por la cabeza, ni escuchaba". "Mientras me quisiera el Athletic...", añadió el jugador a Jorge Valdano en 'Movistar Fútbol'.

"Fue un sueño poder jugar este club, era el club de mi vida", señaló, haciendo saber su incondicional amor por el equipo de la ciudad de Bilbao. "No sabía si iba a estar un mes, tres, un año...", admitió. No obstante, después añadió que le "daba igual", pues era su "sueño".

También tuvo unas emotivas palabras hacia uno de los técnicos que le dirigieron en el Athletic Club, a Marcelo Bielsa: "Cuando viene a mí me cambia la vida futbolística, eso lo sabe todo el mundo". "Es verdad que cuando hablo de él, como a mí me ha ido muy bien, parece que le alabo aún más. Pero realmente yo aprendí mucho de él a nivel humano y futbolístico", admitió Óscar de Marcos sobre el entrenador argentino. Destacó una serie de cosas que aprendió gracias a él: "Hasta donde podía ser capaz de llegar, aprendí temas tácticos, habilidades que ni yo mismo conocía de mí...". "Disfruté del fútbol como quizá no había hecho hasta ese momento", concluyó.

También habló de San Mamés, mostrándose orgulloso de haber vivido la inauguración del nuevo. No obstante, señaló que "el viejo tenía un encanto especial que ha costado conseguirlo en el actual". "Lo que hace especial a un campo es lo vivido en él, más que lo bonito que sea. Fue progresivo, se caía el otro mientras construían este, pero fue un tránsito bonito que nos vino bien", añadió. Por otro lado, recalcó la impresión que genera el estadio, más aún cuando se ve desde la grada: "Todavía se me pone la piel de gallina cuando entro".