Nos gusta la radio sin empujones
La radio pasa por la vida como un río junto a una ciudad o como las olas que nos llegan hasta los pies
Nos gusta la radio sin empujones
02:08
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Madrid
El pasado Sant Jordi en Barcelona supuso para mí un encuentro con los lectores, pero también una conversación con nuestros oyentes. Por ejemplo, mi marido y yo somos médicos en Badalona, por las mañanas mientras vamos en coche al hospital oímos la SER. Por ejemplo, soy taxista, el otro día me encantó el rebote que cogió un señor en el asiento de atrás con su opinión. ¡Lo que tiene que llevar uno en el taxi!
En la cocina o en medio de una carretera, mirar la vida es escuchar, es mirar dentro de la radio, saber lo que cabe en las palabras, en las tertulias, las columnas. Por ejemplo, mi madre me mandó por WhatsApp su canto a la alegría porque he vivido una mala racha. La radio pasa por la vida como un río junto a una ciudad o como las olas que nos llegan hasta los pies. Las horas, los minutos, los segundos se llenan de nosotros mismos. Por ejemplo, estoy acabando filología, mi primera clase es a las diez, así que aprovecho para escucharos en la cama hasta las 8. Llevamos una caracola en el corazón y en los relojes. Eso nos recuerda la radio, una necesidad de oírnos, de contarnos la vida, porque la sintonía es una puerta que se abre, una compañía doméstica que sale de la casa con nosotros y toma un taxi o viaja en coche o hace cola en la parada del metro. No empujen, por favor. Nos gusta la radio sin empujones.
Buenos días, queridos oyentes. Y nos vemos en la próxima para hablar de literatura o de política, de fútbol o de las series de televisión. Quedan muchos capítulos, muchas mañanas, muchos despertadores y algún que otro sobresalto. Así que hasta la próxima.
Luis García Montero
Luis García Montero (Granada, 1958), poeta, narrador, ensayista y catedrático de Literatura Española...
