Saludable
No hay que ser filólogo ni académico para intuir que el adjetivo saludable deriva del sustantivo salud. El primer diccionario académico definía la salud como "la entereza del cuerpo libre de achaques". Y lo contrario sería la enfermedad, porque el enfermo, en sentido etimológico, es el que no está firme
Madrid
Nos dice el diccionario que saludable es aquello que sirve para conservar o restablecer la salud corporal o lo provechoso para un fin, especialmente, mirad qué bonito, "para el bien del alma". Y no hay que ser filólogo ni académico para intuir que el adjetivo saludable deriva del sustantivo salud. El primer diccionario académico definía la salud como "la entereza del cuerpo libre de achaques". Y lo contrario sería la enfermedad, porque el enfermo, en sentido etimológico, es el que no está firme. Con lo que, al pie de la letra, tener mala salud sería un oxímoron, como la asquerosa delicia, la precaria riqueza o el mal aroma. Pero se extendió tanto que la palabra salud, con el tiempo, amplió su significado para referirse, n general, a la condición física o psíquica en que se encuentra un organismo en un momento determinado.
Y seguramente es fácil de percibir el aroma de la salud en el saludo. Y eso es tener buen olfato. Porque saludar es, literalmente, desear buena salud, como lo es brindar a la salud de alguien. Y es de las cosas saludables de la vida. Y de buena educación, que no hay que perderla ni en las situaciones críticas. Como sucedía con los gladiadores romanos que, antes de combatir a muerte, saludaban al César con un "los que van a morir, te saludan", es decir, estos moribundos te desean buena salud. Quizás el improperio fuera por dentro...