"Echarnos atrás costaba un dineral": los dueños de un restaurante destapan la realidad sobre las grabaciones con Chicote en 'Pesadilla en la cocina'
Los dueños de La Bámbola han querido confesar cómo es el cocinero en las distancias cortas mientras tiene cámaras delante
Mª Jesús y José en el programa 'Cenando con Pablo / YouTube
Madrid
No es la primera vez que Pablo Cabezali, creador de contenido en Youtube, acude a un restaurante por el que ha pasado Alberto Chicote para rodar su mítico programa 'Pesadilla en la Cocina'.
Más información
En su programa 'Cocinando con Pablo', el youtuber ha visitado La Bámbola, local que ocupó un programa del cocinero en la última temporada del formato. Sus dueños han querido confesar que tuvieron un pico de clientes tras aparecer en televisión.
"Yo soy nerviosa y cuando tengo trabajo soy nerviosa pero no de ese modo. Ni rompo platos", ha opinado Mª Jesús. "Te invito a que vengas un día a verme trabajar a ver si soy el que sale en 'Pesadilla en la cocina'. Está todo un poco guionizado", ha añadido José.
El dueño del local ha querido confesar que él no sale a fumar cuando hay mucho trabajo, pero que el equipo del programa le obligó a hacerlo. "Tiene que tener su espectáculo. Nosotros sabíamos lo que estábamos haciendo", ha querido reconocer. Sobre la grabación, ambos han aclarado que lo pasaron "mal".
"La grabación fue dura de verdad", quiso afirmar Mª Jesús. El rodaje duró hasta seis días y tuvieron que entregarle al equipo de Chicote las llaves para poder instalar las cámaras y terminaron perdiéndolas. A pesar de todo, salir en el programa les ha venido bien, aunque la carta que les recomendó el cocinero era "espectacular" pero no para los vecinos de la zona.
"Ni es como sale en la tele ni es simpático. Es una persona normal que actúa, que hace un papel. No es Chicote", aclararon sobre cómo es el famoso presentador en las distancias cortas. "Yo me arrepentí pero teníamos firmado un contrato y no podíamos echarnos para atrás porque nos costaba un dineral", confesó José.
Mª Jesús, que no es "actriz", ha querido reconocer que cuando salió fuera estaba "destrozada". "Yo me quise morir", añadió. "Ponen a los comensales en la puertecita y a la señal entran todos de golpe. ¿Eso qué restaurante lo aguanta? La cocina no, pero la vida privada no veas lo que sacaron", criticó el dueño del establecimiento.
