Sebastián Álvaro: "Nos creíamos invencibles"

Madrid

Vehemencia y prudencia. Estos son los dos valores que Sebastián Álvaro heredó de sus padres, a quienes recuerda como "la generación que solo entendía la vida desde el puro esfuerzo". El coraje siempre había formado parte del ADN de este gatopardo y lo demostró en casa cuando se escapó con cinco pesetas en el bolsillo: "Eché a andar por la carretera y la Guardia Civil me llevó de vuelta. Ese día mi madre se dio cuenta de que tenía un hijo aventurero".

En los años 80', este gatopardo tenía un trabajo fijo en TVE y una vida personal estable, pero una expedición al Himalaya cambió su vida para siempre. En 1982, creó 'Al filo de lo imposible', programa de deportes de riesgo aclamado a nivel internacional. Más de 200 expediciones y 350 documentales pisando cumbres de más de ocho mil metros: "El campamento base de la vertiente suroeste del K2 es el peor sitio del mundo". Lo último que uno se puede imaginar es que estas situaciones tenían banda sonora.

Una trayectoria que está marcada por la muerte de Atxo Apellániz, compañero de Sebastián Álvaro que falleció en 1994 durante una grabación de 'Al filo de lo imposible' en el K2: "Estuvo siete días por encima de los ocho mil metros sin comer, ni beber y sin oxígeno, pero Atxo era el más fuerte y resistió hasta el último segundo de su vida. Ahí nos dimos cuenta que cualquiera podía morir en la montaña". Antes de este suceso, como cuenta el alpinista, en el equipo se sentían invencibles.

"¿Qué se os ha perdido ahí arriba?" Preguntaba la madre de este alpinista cada vez que salían de expedición y siempre respondía con el libro 'Los conquistadores de lo inútil'. Años después, Sebastián Álvaro responde así: "Sin la utilidad de lo inútil no había poesía, música o investigación científica. Escalar montañas es el fundamento de mi existencia".