El pacto de silencio: Un crimen en familia

En el año 2012 la policía buscaba en la provincia de Zaragoza el cuerpo de Pilar Cebrián, una mujer desaparecida presuntamente víctima de un crimen. Apareció un cuerpo en las labores de búsqueda, pero no era el de Cebrián

Un crimen en familia

13:04

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Redacción

Cadena SER12/04/2023 - 17:04 UTC

Nos situamos en octubre de 2012. La policía busca en la provincia de Zaragoza el cuerpo de Pilar Cebrián, una mujer desaparecida presuntamente víctima de un crimen. Unos agricultores encuentran unos restos. Parece que la investigación del supuesto asesinato de esta mujer da un gran paso para la resolución. Coincide la fisonomía, el color de pelo, la zona en la que estaban buscando y donde se cree que el sospechoso habría arrojado el cadáver… Pero se produce una gran sorpresa cuando llega el resultado de ADN. No es la mujer a la que buscan. Así que los agentes se ven con un crimen sin cuerpo y un cuerpo sin crimen.

A escasos metros de donde estaba el cuerpo, vivía Cristóbal y sus tres hermanos. El suegro de Cristóbal le había puesto un ultimátum. Llevaba meses sin saber nada de su hija Vanessa y no se creía la versión de Cristóbal de que un día ella había desaparecido sin más. Así que en enero, Cristóbal tuvo que poner una denuncia por la desaparición de su novia para que su versión tuviera más credibilidad frente a los padres de ella. Entonces saltaron las alarmas. Se comparó el ADN de los padres de Vanessa con el de ese cadáver y entonces se le puso nombre: Vanessa Barrado.

Los hermanos fueron detenidos por matar a Vanessa, aunque cada uno tuvo un papel muy determinado

Vanessa era una chica de 27 años, novia de Cristóbal, el mayor de cuatro hermanos. Todos vivían juntos en una casa a pocos metros del lugar en el que se halló el cuerpo, algo difícil de creer. El hermano mayor era el que sostenía a la familia con su trabajo, tenía una empresa de pieles, y el que ejercía de patriarca. También lo hizo con su crimen. Los hermanos fueron detenidos por matar a Vanessa, aunque cada uno tuvo un papel muy determinado. Como si fueran una banda criminal.

Cristóbal fue el que cometió el crimen, que fue un crimen machista porque Vanessa quería irse de esa casa y romper con él. Pero cada uno de sus hermanos le ayudó en una tarea diferente. Su hermano Miguel fue condenado por ayudarle a transportar el cuerpo a la chopera en la que fue hallado. Y los otros dos, fueron condenados por hurto, al considerar el jurado que ellos vendieron pertenencias de Vanessa para obtener dinero. La hermana pequeña, en concreto, las pocas joyas que tenía su cuñada. Hemos dicho que en este caso siniestro había detalles que no dejaban de sorprender, bueno pues uno de ellos es que cada mes dos de los hermanos acudían al cajero con peluca para retirar de la cuenta de Vanessa el ingreso por discapacidad que ella percibía. Era de unos 400 euros.

Sonia González Muñoz, abogada de la familia Barrado. Ha calificado este suceso como uno de los casos más estremecedores que ha vivido. Tuvo que haber mucha sangre en el lugar del crimen. Y, tal y como ha apuntado Muñoz, "había una niña de dos años en esa casa", ha apuntado. Cristóbal, autor material del crimen, no quiso declarar. El pacto de lealtad entre los familiares pretendió imponer la ley del silencio. El encubrimiento lo que hace es ocultar el cuerpo para que el hermano no sea condenado. "Finalmente quien reconoce los hechos fue Miguel Ángel", ha declarado a abogada. A día de hoy sólo continúa Cristóbal en prisión.

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