Silencios que son también simbólicos
Una semana -Semana Santa- simbólica que nos deja imágenes muy simbólicas en muchos ámbitos
Es metáfora de muchas cosas, el fútbol. Cuestionado como estaba su entrenador, el Real Madrid se planta en el Camp Nou y con tres goles de Benzema y uno más de Vinicius le metieron cuatro al Barça. Jugará contra Osasuna la final de la Copa del Rey. El Clásico, con todo lo que implica siempre, es una de las imágenes que explican esta semana tradicionalmente tan simbólica, Semana Santa, y que igual, por eso, nos está dejando imágenes muy simbólicas en muchos ámbitos: Trump en el juzgado, Finlandia dentro la OTAN...
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En España, una portada del ¡HOLA!. El giro en el caso de Ana Obregón: madre legal y abuela biológica cuando en España ni se permite la compra de niños ni que una madre disponga del esperma de su hijo ya fallecido. Ella sí lo ha podido hacer: en Estados Unidos.
En Roma, Pedro Sánchez se reúne con Georgia Meloni. Agasajos diplomáticos entre los mandatarios, cuya obligación es cuidar las relaciones entre los países que ellos representan. Y eso hicieron. Ocurre que Meloni es también la líder de la ultraderecha, aliada de Vox, de cuyas políticas ha advertido, no pocas veces, el propio Sánchez en todos los foros. Salvo ayer. Es la líder de un gobierno señalado por la inmigración y que impide a los homosexuales que registren a sus hijos. Ayer no hubo ni una frase de discrepancia, ni siquiera para constatar que las haya.
Dice Pedro Sánchez que porque no era el sitio, que se trataba de buscar alianzas y políticas europeas. Habría sido una buena pregunta esa, si Meloni hubiera dejado hacerlas en la rueda de prensa: si es mejor sitio un mitin que una cumbre. Hay silencios, en todo caso, que son también simbólicos.