La DGT avala el primer casco inteligente para motoristas

Madrid

Algunos de los usuarios más vulnerables en la carretera son los motoristas. Para que sus viajes sean más seguros, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha avalado el primer casco inteligente: les avisa por voz y con antelación de los accidentes o retenciones que vayan a encontrar en su recorrido. Esta función se consigue gracias a que el casco va conectado a través de una tarjeta a la plataforma DGT 3.0., en la que se va a actualizando en tiempo real todo lo que ocurre en las carreteras.

Jorge Ordás, subdirector general de Gestión de la Movilidad y Tecnología de la Dirección General de Tráfico, explica a la Cadena SER que ahí están recogidas "las incidencias de tráfico que dan de alta los operadores de los Centros de Gestión, la información de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y también la de aquellas aplicaciones que avisan de eventos en la carretera. Es lo que normalmente llega a los ordenadores de abordo o aplicaciones que utilizan los coches", señala.

"En el caso de las motos se veía como un auténtico factor de riesgo que tuvieran que mirar un móvil para estar informados de las incidencias. Por eso lo que planteamos es: ¿Y si pudiera existir un casco que se conectara con la DGT para dar a los motoristas información de lo que sucede en la carretera unos metros más adelante y así eliminar el factor sorpresa? Este es el proyecto. Un casco que transmite por voz la información al conductor y de esta manera evita los accidentes".

Mensaje de SOS en caso de accidente

El casco incorpora además otras prestaciones para mejorar la seguridad de los motoristas: si un conductor se cae y pasan 90 segundos sin que se mueva o cancele la señal de emergencia, el casco -que tiene que ir conectado por Bluetooth al móvil- manda un mensaje de SOS al contacto de emergencia que elija el conductor.

También lleva un sistema de iluminación inteligente que ofrece una visibilidad de 360 grados al resto de conductores que vayan por la carretera. Incorpora además una cámara de vídeo en el frontal del casco para grabar hasta 32 horas y un sistema de walkie-talkie que permite hablar con otros moteros para avisar de cambios de dirección en una ratio de hasta 1,3 kilómetros.

El casco lo ha desarrollado la empresa china Livall, que asegura que en España se va a vender al público a partir de septiembre. El precio va desde los 549 euros a los 800 en función del modelo.