Pero cuidado
"Pero cuidado porque te va a doler. Pero cuidado porque nunca lo hiciste antes y no sabés cómo es. Pero cuidado porque ya lo hiciste antes y ya sabés cómo es (y ya te desilusionaste demasiadas veces y eso no es bueno para nadie). Pero cuidado porque conozco a alguien que lo hizo y le fue mal. Pero cuidado porque si lo hacés no hay vuelta atrás"
Buenos Aires
Pero cuidado porque eso queda demasiado lejos. Pero cuidado porque el viaje es incómodo. Pero cuidado porque a lo mejor te contagiás. Pero cuidado porque tiene picante. Pero cuidado porque termina muy tarde. Pero cuidado porque no vas a encontrar la forma de volver. Pero cuidado porque te puede desilusionar. Pero cuidado porque a lo mejor te engaña. Pero cuidado porque es demasiado guapo. Pero cuidado porque es demasiado alta, demasiado joven, demasiado astuta, demasiado inteligente. Pero cuidado porque te va a doler. Pero cuidado porque nunca lo hiciste antes y no sabés cómo es. Pero cuidado porque ya lo hiciste antes y ya sabés cómo es (y ya te desilusionaste demasiadas veces y eso no es bueno para nadie). Pero cuidado porque conozco a alguien que lo hizo y le fue mal. Pero cuidado porque si lo hacés no hay vuelta atrás. Pero cuidado porque van a decir que sos una mala persona. Pero cuidado porque van a decir que sos una persona de derechas. Pero cuidado porque van a decir que sos una persona de izquierdas. Pero cuidado porque van a decir que sos una puta. Pero cuidado porque es peligroso. Pero cuidado porque es un tema sensible. Pero cuidado porque te van a atacar las feministas. Pero cuidado porque te van a atacar los conservadores, las madres, los padres, los curas, los maestros, los dirigentes de movimientos sociales, los adolescentes, los ateos. Pero cuidado porque te puede mentir. Pero cuidado porque a lo mejor te abandona. Pero cuidado porque no lo conocés. Pero cuidado. Y así es como te transformás en una persona que dice “No, pero primero tendría que pasar por casa” cuando te invitan a una fiesta inesperada el domingo por la noche, y en una persona que retrocede cuando el otro –gloriosamente- avanza, y en una persona que sólo va a sitios donde sabe que va a estar segura, y dejás de ser un mercado de abastos repleto de frutas desordenadas y verduras con olor a campo para empezar a ser un Seven Eleven con horario fijo y estanterías perfectamente clasificadas en las que todo está metido en bolsas profilácticas y te olvidás de la frase de Goethe que decía “Sé osado y fuerzas poderosas te ayudarán”, y de la frase de Hölderlin que decía “Donde está el peligro está la salvación”, y terminás viviendo en una mansión lúgubre donde reside el miedo a todo que es como vivir para nada.