El tremendo enfado Carlos Sainz, no pudo ni responder a la prensa: "Prefiero no hablar, si lo hago..."

De la desesperación al enfado, así se vio a Carlos Sainz en el final de la carrera del GP de Australia. Nunca antes se había visto así al madrileño. Sainz estaba muy enfadado con la decisión de la FIA de sancionarle con cinco segundos en la última vuelta, con la carrera parada y sin posibilidad de minimizar los daños -si se reanudaba iban a ir detrás del safety car-.

Sainz protagonizó un gran fin de semana pese a que la suerte no estuvo de su lado. Salía quinto y se puso tercero, entró a boxes con un safety car y, nada más salir, terminaron sacando bandera roja. Tuvo que remontar y lo hizo, de undécimo a cuarto, pero hubo otra bandera roja, sus neumáticos se enfriaron y en la resalida tocó a Alonso.

Ese toque con Fernando provocó que este trompeara, aunque pudo seguir en carrera. Sin embargo, otro accidente entre los Alpine en ese mismo momento hizo que tuvieran que sacar la tercera bandera roja. Durante la espera en el pit lane, Dirección de Carrera avisó de que Sainz era sancionado con cinco segundos, algo que el piloto madrileño no entendía.

Carlos pedía desesperado por radio que el equipo habalse con los comisarios, que era algo "muy severo", que esperasen a hablar con él. Sin embargo, la penalización estaba decidida. Al final, Sainz pasó de la deseperación al enfado, no pudo ni hablar con la prensa.

"Prefiero no hablar sinceramente, voy a esperar a hablar con los comisarios, que reviertan la decisión que han tomado y ya, cuando hable con ellos, haré una declaración. Es que si hablo no voy a decir nada bueno y no quiero otra penalización", aseguró visiblemente alterado a 'Dazn'

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