Hannibal Laguna: "Cuando terminas un desfile sientes una gran soledad y un gran vacío"

Madrid

La visita de Hannibal Laguna comienza con un momento decisivo en su vida cuando sus padres decidieron dejar Venezuela e irse a España: "Teníamos que elegir un lugar donde vivir. Pasamos una noche en un hotel de Alicante y cuando nos despertamos con la playa del Postiguet delante lo tuvimos claro, aquello era como el Caribe". El diseñador recuerda su infancia como una etapa muy bonita, pero también tortuosa. De los tres a los nueve años sufrió una enfermedad rara que deformó sus articulaciones: "Los médicos dijeron que no iba a poder mover las manos, paradojas de la vida".

Paradojas de la vida porque este gatopardo es uno de los diseñadores más relevantes de la moda española con una trayectoria imparable a nivel nacional e internacional con unos inicios rompedores en la industria: "En nuestros inicios nadamos contracorriente. Había una masculinización de las mujeres en la moda y nosotros hicimos prendas que permitían a la mujer disfrutar de su feminidad con hombros descubiertos, escotes en la espalda y el tiempo nos ha dado la razón".

Este año, la firma celebra su 35 aniversario con una exposición en el Palacio Provincial de la Diputación de Alicante: "Todo lo que tiene que ver con la moda, se lo debo a esta ciudad". Acaba de presentar su última colección, 'Hanibalissimo 35' en la MBFW y está preparando la nueva colección de Novias. A la pregunta de Mara Torres "¿qué hace Hannibal Laguna cuando acaba un desfile?", el diseñador responde: "Yo lo paso mal, se siente una gran soledad y un gran vacío, pero me dura 48 horas".