Científicos descubren que el núcleo de la Tierra es una bola de hierro de 650 kilómetros
La revelación de que existe una quinta capa, la más profunda, en el interior del planeta se ha producido durante una investigación australiana que analizaba el comportamiento de las ondas generadas por los terremotos
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El planeta Tierra, hogar de la humanidad / Getty Images
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Madrid
Los datos obtenidos de las ondas sísmicas que provocaron 200 terremotos de magnitud o mayor han revelado información hasta ahora desconocida sobre las partes más profundas del núcleo interno de la Tierra. Tras medir las velocidades a las que estas ondas penetraron y atravesaron el núcleo terrestre, los científicos de la Universidad Nacional de Australia (ANU) descubrieron la existencia de una capa adicional que sería la más profunda y más cercana al núcleo de las existentes. Una bola metálica sólida de 650 kilómetros de radio situada en el centro del núcleo interno del planeta Tierra.
Hasta ahora, se creía que la estructura de la Tierra estaba formada únicamente por cuatro capas: corteza, manto, núcleo externo y núcleo interno. Tras estos hallazgos, publicados en Nature Communications, se ha confirmado la existencia de una quinta capa. La existencia de una bola metálica de 650 kilómetros de radio en la parte más interna del núcleo terrestre se había planteado hace ya 20 años, pero hasta esta semana no se había podido corroborar su presencia.
Uno de los investigadores que participó en el estudio, el profesor Hrvoje Tkalcic, ha explicado que este descubrimiento y el continuar estudiando el interior profundo del núcleo interno de la Tierra puede ofrecernos información muy relevante para conocer más sobre el pasado y cómo ha sido la evolución de nuestro planeta. "Este núcleo interno es como una cápsula del tiempo de la historia evolutiva de la Tierra: es un registro fosilizado que sirve de puerta de entrada a los acontecimientos del pasado de nuestro planeta. Acontecimientos que ocurrieron en la Tierra hace cientos de millones o miles de millones de años", explicó el profesor australiano.
Representación de las capas que forman el núcleo de la Tierra. En verde, el manto. En color crema, el núcleo externo. El núcleo interno en burdeos. La nueva esfera metálica, en rojo y en el centro. Las líneas representan la trayectoria de las ondas de los terremotos. / Drew Whitehouse
Representación de las capas que forman el núcleo de la Tierra. En verde, el manto. En color crema, el núcleo externo. El núcleo interno en burdeos. La nueva esfera metálica, en rojo y en el centro. Las líneas representan la trayectoria de las ondas de los terremotos. / Drew Whitehouse
Los científicos analizaron las ondas sísmicas que viajan a través del centro de la Tierra y salen expulsadas por el lado opuesto del globo en el lugar donde se desencadenó el terremoto, punto denominado como antípoda. Seguidamente, las ondas regresan al origen del seísmo. Al haber desarrollado este grupo de investigación australiano una técnica para aumentar las señales registradas por redes de sismógrafos densamente pobladas, observaron, por primera vez, ondas sísmicas que rebotan de un lado a otro hasta cinco veces a lo largo del diámetro de la Tierra. El conjunto de estudios anteriores solo había podido documentar un único rebote antipodal.
Fue entonces cuando comprobaron que el rebote de estas ondas sísmicas sondeaba repetidamente puntos cercanos al centro de la Tierra desde distintos ángulos. Analizando la variación de los tiempos de viaje de las ondas sísmicas en distintos terremotos, los científicos han entendido que la estructura de la región más interna del núcleo interno es probablemente distinta de la de la capa externa. Los investigadores sostienen, de igual forma, que esto podría explicar por qué las ondas se aceleran o ralentizan en función de su ángulo de entrada al penetrar en el núcleo más interno.
Estos sorprendentes hallazgos, sostienen desde la ANU, sugieren que en algún momento de la historia de la Tierra tuvo lugar un gran acontecimiento a gran escala que provocó un cambio significativo en la estructura cristalina o la textura del núcleo interno de la Tierra. "Todavía hay muchas preguntas sin respuesta sobre el núcleo más interno de la Tierra, que podría contener los secretos para desentrañar el misterio de la formación de nuestro planeta", explicó el profesor Tkalcic.