Toni Nadal, el éxito de la prudencia

Madrid

Dice el escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez en su primer libro de poemas, "Cuaderno de septiembre", que el pasado es un barrio peligroso porque en sus calles se quiebra el pavimento y se funde el alumbrado con frecuencia, pasan siluetas y nos roban la calma. Quizás por eso Toni Nadal huye del pasado tanto como del halago o de los peligros de perder la calma y quedarse a oscuras. "Los halagos tanto en el deporte como en la vida engañan a la gente, las confunden. Si no estás preparado en un partido, tienes que perder, igual que ocurre con los estudios: si no has estudiado toca suspender. Es la única manera de aprender".

Toni Nadal ha cimentado su carrera como entrenador (quizás la más influyente de la historia del tenis) y dirigido la carrera de su sobrino Rafa Nadal desde una prudencia insólita, de la misma forma que desde 2017, tras pasarle los bártulos a Carlos Moyá, lo sigue haciendo con otros jugadores del circuito profesional y en la Academia "Rafael Nadal", el lugar donde el futuro se mira con frecuencia para captar a algunos de los mejores jugadores y jugadoras que vendrán.

En el libro "Todo se puede entrenar" (Alienta Editorial), recientemente reeditado, Toni Nadal plasma su ideario y explica los principios que ayudan a un jugador de élite a perseguir sin descanso el éxito. Y es significativo que en la portada del manuscrito se diga justo eso: "Perseguir el éxito", dando por hecho que nada es seguro, ni siquiera por mucho que se entrene o mucho sea el talento que atesore un jugador. "Yo nunca sé si una promesa va a llegar a profesional, porque eso es algo que casi siempre depende de ella o de él. Lo que no creo -apunta Nadal- es en ser cruel, no soy quien para romper la ilusión de nadie, ni de sus padres ni su entorno" y añade: "Lo que no hago es esconder la dificultad a nadie. El porcentaje de los chicos y chicas que entran en la academia que van a triunfar es pequeño".

Fue el equipo formado por Toni y Rafa una fragancia ganadora y elegante, los `Dolce & Gabbana´ del circuito profesional, capaz de inundar varias décadas de éxitos y momentos inolvidables por lo que todavía cuesta ahora no verlos trabajando juntos, o no tanto como lo estuvieron. "Fue una decisión que tomé yo" y en broma, cuando se le pregunta por la longevidad de esa relación dice: "Tiene sentido, al ser familiar, yo era la opción más barata". Luego en serio explica que hubo un momento en el que sentía que ya no tenía mucho más que aportar, el trabajo principal que yo podía hacer con Rafa era el periodo de tiempo vinculado a su formación y es que "cuando el jefe es el jugador es difícil decir según que cosas, algo que no ocurre cuando el jugador es alguien muy joven", concluye.

Es el tenis un deporte con cien mil príncipes y tres monarcas: Federer, Nadal y Djokovic. Así viene siendo desde hace tres décadas. En ese tiempo, desde 2003, el suizo -ahora retirado-, Djokovic (recientemente ganador del Open de Australia y actual número uno mundial) y Rafa Nadal han ganado nada menos que el ochenta por ciento de los Gran Slam disputados. "Rafa sigue porque en su lucha hay recompensa, porque él todavía cree que tiene opciones. Está en el último esfuerzo"

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Vásquez, en otros de sus poemas escribe: "Yo no soy el que guarda la llave de tu frente ni el esforzado intérprete de tu larga música", como Toni Nadal, quien ahora cuida y asesora a otras mentes del tenis, y busca otras melodías, mientras los ecos de la música triunfal de Rafa Nadal, que tanto tuvieron que ver con él y que tantas veces interpretó, siguen sonando no muy lejos.