Ciencia y tecnología

Un potente láser consigue desviar los rayos hacia el cielo: es el primero desde que se inventó el pararrayos hace casi tres siglos

Científicos internacionales han creado un éxito un potente láser que desvía los rayos para evitar su impacto a infraestructuras críticas

pararrayos láser en la montaña Säntis, en el noreste de Suiza. / Martin Stollberg

Madrid

Benjamin Franklin diseñó el primer pararrayos en la década de 1750 al demostrar que las nubes están cargadas de electricidad con un famoso experimento. El inventor estadounidense voló una cometa con un armazón metálico y una llave atada y comprobó que ocasionaba descargas eléctricas. Desde entonces, las barras metálicas sobre los edificios que atrapan los rayos y los desvían para que no impacten contra las infraestructuras o las personas, han salvado miles de vidas.

Lo que probablemente no esperaba Franklin es que, más de casi tres siglos después, su invento seguiría siendo fundamental y que serviría como base para otros aparatos. La revista Nature Photonics ha publicado este lunes un avance significativo de 28 científicos internacionales que pretenden mejorar la innovación del siglo XVIII con tecnología de este siglo: un sistema que emplea un láser de alta potencia que puede revolucionar el antiguo sistema de protección contra los rayos.

Los investigadores han confirmado este lunes que usaron con éxito un láser dirigido al cielo desde la cima del Monte Santis, en el noreste de Suiza, para desviar los rayos. Con un mayor desarrollo, este pararrayos láser podría proteger la infraestructura crítica, incluidas las centrales eléctricas, los aeropuertos, los parques eólicos y las plataformas de lanzamiento. Los relámpagos ocasionan miles de millones de dólares en daños a edificios, sistemas de comunicación, líneas eléctricas y equipos eléctricos cada año, al mismo tiempo que matan a miles de personas. Con este nuevo sistema, todo esto se podría evitar.

Se utilizó contra la torre de telecomunicaciones de Suiza

El equipo fue transportado a la cima de la montaña a una altitud de aproximadamente 8.200 pies (2.500 metros). Para hacerlo llegar hasta ahí, utilizaron una góndola y un helicóptero, y lo enfocaron en el cielo por encima de una transmisión de 400 pies de altura (124 metros de altura) hasta alcanzar la torre del proveedor de telecomunicaciones Swisscom, una de las estructuras europeas más afectadas por los rayos.

En los experimentos que realizaron durante dos meses en 2021, se emitieron pulsos de láser intensos, 1.000 veces por segundo, para redirigir los rayos. Los cuatro ataques mientras el sistema estaba activo fueron interceptados con éxito. En primera instancia, los investigadores usaron dos cámaras de alta velocidad para registrar la redirección de la trayectoria del rayo en más de 160 pies (50 metros), y otros tres fueron documentados con datos diferentes.

"Demostramos por primera vez que se puede usar un láser para guiar los rayos naturales", ha señalado el físico Aurelien Houard del Laboratorio de Óptica Aplicada de Ecole Polytechnique en Francia, coordinador del proyecto Laser Lightning Rod y autor principal de la investigación publicada en la revista. "Un láser intenso puede generar en su camino largas columnas de plasmas en la atmósfera con electrones, iones y moléculas de aire caliente", ha añadido Houard, refiriéndose a partículas cargadas positivamente llamadas iones y partículas cargadas negativamente llamadas electrones.

"Hemos demostrado aquí que estas columnas de plasma pueden actuar como una guía para los rayos", ha continuado explicando, destacando la importancia de este nuevo invento, pues "es el primer paso hacia una protección contra rayos basada en láser que prácticamente podría alcanzar una altura de cientos de metros o un kilómetro (0,6 millas) con suficiente energía láser".

Tiene el tamaño de un coche y pesa tres toneladas

El dispositivo láser tiene el tamaño de un coche grande y pesa más de tres toneladas. Para su funcionamiento, utiliza láseres de la empresa alemana de fabricación de máquinas industriales Trumpf Group. Con los científicos de la Universidad de Ginebra también desempeñando un papel clave, los experimentos se realizaron en colaboración con la empresa aeroespacial ArianeGroup, una empresa conjunta europea entre Airbus SE y Safran SA.

Houard ha señalado que se necesitarían de 10 a 15 años más de trabajo antes de que el Laser Lightning Rod pueda entrar en uso común, y una preocupación es evitar la interferencia con los aviones en vuelo. De hecho, el tráfico aéreo en el área tuvo que detenerse cuando los investigadores usaron el láser. "De hecho, existe un problema potencial al usar el sistema con el tráfico aéreo en el área porque el láser podría dañar los ojos del piloto si cruza el rayo láser y mira hacia abajo", ha concluido.

De momento es pronto, pero con todos los ensayos y lanzamiento de este láser que están siendo un éxito, los científicos auguran que revolucionará el paradigma y hará más seguras las ciudades y las infraestructuras.

 
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