Tres opciones

Madrid

Se ofrecen en Castilla y León tres opciones a las embarazadas que pretendan interrumpir su embarazo: la posibilidad de escuchar el latido del feto, que los progenitores puedan tener una ecografía en 4D y un apoyo a la atención psicológica. Además, los médicos que se niegan a practicar abortos serán “protegidos”. Es interesante. A mí se me ocurre que en el resto del país debería obligarse a los médicos que, cuando cualquier ciudadano vaya a hacerse un chequeo rutinario, los facultativos ofrezcan tres opciones a los pacientes de los que sospechen que puedan votar a la extrema derecha española.

La posibilidad de escuchar durante unos minutos a la gente que ha sido o está siendo gobernada por ella, que puedan tener una ecografía en 4D del interior de los países que, en el siglo XX y en el siglo XXI, fueron o son gobernados por ella y un apoyo, fuerte, sin reservas, con todos los recursos, a la atención psicológica. Además de eso, imagínate, los médicos que consigan la interrupción del voto, deben ser protegidos. Medidas particularmente observadas por los gobernantes del PP, como Alfonso Fernández Mañueco, que han abierto las puertas de su Gobierno a Vox para enseñarnos a todos, poco a poco, lo que sería España si Feijóo, de ganar las elecciones, mete a esta organización en el Consejo de Ministros o en el consejo de influencia y chantaje. ¿Y qué sería? Un país en el que, entre otras cosas, las mujeres que tienen que pasar por el trauma del aborto son dirigidas, antes, a una sala de tortura psicológica ejecutada por su gobierno.