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La carta a los Reyes Magos más antigua de España, de una niña en 1899, está en un museo de Almería

Especial correspondencia navideña con misivas como las que se conservan en el Museo de Escritura Popular de Terque

Especial cartas de Navidad en Cartagrafías con Laura Piñero

Especial cartas de Navidad en Cartagrafías con Laura Piñero

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Es noche de reyes y las cartas destinadas a sus majestades de Oriente ya deben estar en su destino. Hasta esta mañana han estado funcionando en toda España los buzones reales. La costumbre de escribir cartas en época navideña, de forma manuscrita además, es de las pocas que nos mantiene conectados a todos al universo epistolar, especialmente a los más jóvenes. Fuera de España, la costumbre más extendida son las cartas a Papá Noel, que viene de la figura de San Nicolás, un obispo turco del siglo IV que, según cuenta la leyenda, dejó caer monedas de oro por la chimenea de la casa de una familia sin recursos y desde entonces trae regalos a los niños. En un momento en el que apenas escribimos cartas manuscritas, en Laponia, Finlandia, donde tiene su sede principal, reciben más de medio millón de cartas al año, de 200 países distintos. En Navidad unas 30.000. La carta más antigua que se conserva a San Nicolás es de principios del siglo XIII. Escribe un niño: "escucha mi voz a través de las nubes y esta noche dame algunos juguetes". Y en 2014 se encontró de casualidad, en un internado femenino de Gales, una misiva dirigida ya a Papá Noel como tal, de 1922. La encontraron limpiando una de las chimeneas. Era de una niña de 10 años, que pedía un vestido de noche y una novela basada en la Primera Guerra Mundial.

Una niña en una carta a Kennedy: "Por favor, evite que los rusos bombardeen el Polo Norte porque matarán a Papá Noel"

Otra historia relacionada con este tipo de correspondencia tiene que ver con el escritor del Señor de los Anillos, de Tolkien. Cada Navidad, mientras duró la infancia de sus hijos, escribió ingeniosas cartas en nombre de Papá Noel, narrando sus aventuras y las de sus ayudantes. Las ilustraba con dibujos, personalizaba los sobres. Afortunadamente se conservan, fueron editadas en un libro que en España se llama “Las cartas a Papá Noel”. Otra carta histórica relacionada con esto, es la que envió una niña a Kennedy el 28 de octubre de 1961, después de escuchar a sus padres hablar de la posibilidad de pruebas nucleares soviéticas en el Polo Norte. "Estimado Señor Kennedy: Por favor, evite que los rusos bombardeen el Polo Norte porque matarán a Papá Noel. Tengo 8 años. Estoy en tercer grado en la escuela". Sorprendentemente, el presidente de los Estados Unidos contestó y a los pocos días, los soviéticos denotaron en la atmósfera del círculo polar Ártico, en su zona de pruebas, la conocida como la Bomba del Zar, unas 1.570 veces más potente que las bombas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki combinadas.

La festividad como tal de los Reyes se inició en 1866 en Alcoy donde se celebró la primera cabalgata de Reyes, a partir de ese momento se extendió por todo el territorio y otros países de cultura hispana. Precisamente, la tradición de las cartas que acompañan a esta celebración parece haber nacido en España como un intento de competir contra la costumbre de escribir a San Nicolás, según el autor del libro Mitos y Ritos de la Navidad, Pepe Rodríguez. Las cartas a los Reyes Magos más antiguas que se conservan aquí , están en Terque, localidad de Almería, dentro de un museo dedicado a la Escritura Popular que tiene una colección de 30.000 cartas. Entre ellas, miles relacionadas con los Reyes Magos y en particular tienen una misiva de 1899, considerada de las más antiguas de España, que firmó una niña llamada Amalia Yebra.

Fotografía del Museo de Escritura Popular de Terque

Alejandro Buendía, director de Museos de Terque explica que "a través de estas cartas leemos entre líneas cómo ha cambiado nuestra sociedad, las necesidades, costumbres y juguetes de cada época. "También es interesante ver cómo ha cambiado el lenguaje, la caligrafía, el papel, etc. En los años 30, en las escuela se enseñaba a escribir cartas. A partir de los 50-60, la costumbre se popularizó, las papelerías vendían modelos de misivas para reyes. Además, en el museo siguen ampliando su archivo. Desde hace 12 años organizan un concurso de cartas a los reyes. Reciben centenares, retratan los problemas actuales, del coronavirus a la guerra de Ucrania, junto a la lista de regalos. El concurso es para todas las edades, la misiva ganadora de esta edición la firma una mujer Lola, de 63 años, que pide una bicicleta con mucha gracia.

La tradición parte de Alemania en el siglo 17 y se fue extendiendo, está muy vinculada a las familias reales. En el archivo del etnólogo Joan Amades –un personaje muy interesante, vital en el estudio de la cultura catalana-, que está en Cataluña, han conservado casi 1.000 tarjetas de Navidad, las primeras de 837. Según cuentan sus responsables, los repartidores de El Diario de Barcelona empezaron a regalarlas a cambio de propina. Luego diferentes gremios, como los serenos, se apuntaron a la moda, se ilustraban con detalles de sus profesiones y mensajes. Se hizo tan popular la costumbre que la gente llegaba a colgar carteles en casa diciendo "no se aceptan más felicitaciones" o "no se darán aguinaldos".

Las cartas de la tregua de Navidad de la Primera Guerra Mundial

De cartas vinculadas a estas fechas, os recomiendo curiosear también en las que escribieron soldados ingleses y alemanes durante la Primera Guerra Mundial, en 1914, en el frente del sur de Bélgica. Después de cuatro meses de combates, centenares de muertos, los soldados rasos, por iniciativa propia, declararon una pequeña tregua por Navidad. Salieron de sus trincheras e intercambiaron regalos. Fue muy emotivo, jugaron un partido de fútbol, celebraron una misa y hasta cantaron juntos. Al parecer, la iniciativa partió de dos soldados, de bandos opuestos, y luego le siguieron otros compañeros. Las cartas dejaron constancia de aquella tregua tan particular. Se recopilaron en un libro en 1999.

El ejercicio de escribir y recibir estas misivas puede tener un trasfondo social muy amplio como ha demostrado la iniciativa de la residencia de Pontevedra para que la gente enviara cartas a sus residentes que ha sido un éxito -el objetivo era llamar la atención sobre la soledad de las personas mayores-. Una madre se ha hecho viral estos días por revelar el contenido de la carta de su hijo a los reyes magos de este año, donde habla del acoso que sufre en el colegio, y dice: "no busco regalos, ni dinero, ni material del colegio; busco la amistad y compañerismo de mis ‘compañeros’”. Es el otro lado de las cartas, una forma de hacer balance sobre nosotros mismos y nuestro entorno. Fernando Fernán Gómez estuvo escribiendo misivas a los Reyes Magos, año tras año, hasta el final de su vida.

También hay escritores que han hecho ejercicios literarios maravillosos a raíz de plantearse el ejercicio de escribir una carta de este tipo. Desde Virginia Wolff a Gloria Fuertes y por eso le hemos pedido a un escritor de los que suele pasar por La Ventana con sus libros, - en octubre su último libro, "Nos crecen los enanos"-, César Pérez Gellida, que nos regalara su carta a los Reyes Magos.

César Pérez Gellida, en los estudios de 'La Ventana' / Eugenia García

 
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