Así es como entendemos la justicia los envidiosos

Madrid

Viernes de un puente kilométrico y tan deseado que no puede descartarse que los jugadores de la selección fallaran los penaltis a posta para poder pillarlo. Si fuera así, quién podría criticárselo. Entre pasar la tarde del viernes sesteando mientras ves un partido o tener que jugarlo, yo tengo claro lo que elegiría.

A los que no hemos podido elegir y trabajamos durante el puente nos queda el consuelo de que Dios misericordioso haya atendido nuestras plegarias y haya hecho justicia enviando exactamente lo que le habíamos pedido: nada de sol y un buen descenso térmico. Así es como entendemos la justicia los envidiosos.

Hace casi cien años, John Maynard Keynes pronosticó que para el 2030 la semana laboral sería muy parecida a esta que algunos de ustedes acaban de vivir: se trabajaría un total de 15 horas semanales. A razón de tres por día. A punto de entrar en 2023, no parece que el pronóstico vaya a cumplirse. Según los expertos, la idea no ha cuajado entre los trabajadores que podrían permitirse vivir con jornadas laborales más cortas, por dos razones: por una parte, la competitividad y la ambición y, por otra, una propensión al consumo que nunca queda satisfecha. Lo que explica a la perfección por qué a Cristiano Ronaldo le jode tanto ser suplente.

Insultar ya no merece la pena

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