"Vas a morir, voy a quemarlo todo": prisión para el hombre que intentó quemar viva a su pareja en Lleida
La víctima asegura que el acusado la roció con alcohol y acetona y bloqueó la entrada mientras le gritaba "te voy a matar"
Barcelona
El juzgado de Balaguer ha enviado a prisión al hombre acusado de intentar quemar viva este lunes a su pareja en Artesa de Segre, en Lleida. La jueza lo investiga por intento de asesinato e incendio. La víctima, que sigue ingresada en el hospital con el 18% del cuerpo quemado, ha explicado a los Mossos que el acusado entró en su domicilio de noche mientras ella dormía, bloqueó la puerta con una nevera y la roció primero con alcohol y luego con acetona, y le prendió fuego al grito de "hija de puta, te voy a matar" y "vas a morir, voy a quemarlo todo". El acusado ha negado los hechos y ha arremetido contra la víctima ante la jueza: "Cuando está rabiosa no sabe lo que dice, cuando se cabrea intenta hacer daño a la gente".
La víctima no ha podido ratificar su declaración ante la policía porque sigue hospitalizada, pero ha pedido una orden de protección. A los investigadores que la han visitado, les ha relatado que la noche del domingo se acostó sobre las 23:00. Al poco rato, vio como el acusado, con quién tenía una relación tormentosa, entraba en su casa y le revolvía el bolso. No se extrañó. Lo había a menudo, ha contado la víctima, para robarle dinero para comprar droga, así que cuando escuchó que se iba, volvió a dormirse. Se despertó al cabo de un rato, cuando entro de nuevo en el piso. Esta vez, según su declaración, el acusado puso la nevera en la puerta de modo que la víctima no pudiera escapar.
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Le tiró un líquido por encima que sospecha que es un alcohol con romero que usa para darse masajes en las piernas cuando siente dolor. "Esto no se enciende, hija de puta", le gritó para después rociarle la cara con acetona y prenderle fuego. "Ahora sí que morirás, lo quemaré todo", le gritó mientras la intentaba estrangular, cogiéndola por el cuello. Cuando vio que también él se quemaba, según la víctima, la cogió y salieron del domicilio. Un testigo vio como en la calle, el acusado la tiraba al suelo y la estiraba del brazo, mientras ella gritaba de dolor. Después, huyó. Antes, rechazó ayudar a una vecina que le pedía que le alcanzara una escalera para poder huir de las llamas. "No es mi problema", le dijo él, que ante la jueza hoy ha querido desacreditar a la vecina. "Tiene problemas psicológicos", ha dicho.
Una versión imprecisa y llena de contradicciones
Cuando los Mossos llegaron al piso, el acusado había huido. Se resguardó en casa de un conocido en Artesa de Segre. Se presentó de madrugada y le pidió pasar la noche, alegando que en su casa había un incendio. El hombre acabó avisando a la policía que lo detuvo poco antes de las 8:00 de la mañana. El acusado da una versión contraria. "Imprecisa" y llena de "contradicciones", según el auto de prisión. El hombre asegura que vivía con la víctima desde el mes de abril. Reconoce que discutían mucho y que, cuando lo hacían, se iba y volvía al cabo de un rato. Aquel día, según él, pasó lo mismo.
El hombre asegura que discutieron y se fue. Cuando volvió al piso, dice, el incendio ya había empezado. En sede judicial ha asegurado que cuando abrió la puerta, vio a la víctima en un colchón en el comedor con fuego en la cara y en el pelo. Se acercó a ella, asegura, e intentó apagar las llamas con las manos. Luego, supuestamente cogió a la víctima en brazos y la sacó a la calle. Según su versión, volvió al piso para buscar a su perro, al que no encontró. Luego, se fue porque no quería que pensaran que había sido él el causante del fuego. Si no fue al hospital, ha dicho es porque prefería hacerlo la mañana siguiente "cuando tuviera la mente fría".
"No me mates, por favor, no me mates"
Esa noche varios vecinos escucharon gritos en casa de la víctima. No era la primera vez que oían sus peleas. Una vecina, que fumaba al balcón, escuchó como instantes antes del incendio, ella le gritaba "no me mates, por favor, no me mates".
Otro inquilino del edificio ha declarado que hacía poco, la víctima tuvo que quitarle la clave del piso al detenido para que no pudiera entrar en su casa. El lunes, tuvieron que huir de las llamas que presuntamente causó el acusado. Una vecina escapó deslizándose por el canalón del edificio, mientras mu pareja e hijos seguían dentro. Lograron salir bajo una manta, para evitar las llamas. Fuera en la calle, la víctima les pidió ayuda, asegurando que su pareja la había rociado con gasolina. Según el atestado policial, el piso quedó totalmente calcinado.
El acusado, que no ha sabido explicar el origen del fuego, pero sí que ha detallado dónde se encontraban los posibles líquidos inflamables, como la acetona o su encendedor, ha cargado contra la víctima y el resto de testigos. El informe forense descarta que el día de los hechos el acusado hubiera consumido tóxicos. Pese a que el hombre ha pedido al tribunal quedar en libertad para no perder el trabajo, ofreciéndose a presentarse cada día en la comisaria de los Mossos, la jueza ve indicios suficientes contra él y ha decidido enviarle a prisión para evitar que se fugue o que intente causar daños al entorno y propiedades de la víctima.
Andrea Villoria
Periodista especialitzada en informació judicial, policial i d'emergències. Ha treballat a les redaccions...