Un año de la muerte de Almudena Grandes, la autora que jamás dejó de escribir para no olvidar a sus lectores

Fue hace justo un año, el 27 de noviembre de 2021, cuando los principales medios nacionales anunciaron el fallecimiento de Almudena Grandes. Ocurrió tan solo un mes después de que la propia escritora comunicase a sus lectores, a través de su columna en «El País Semanal», que padecía cáncer. «Todo empezó hace poco más de un año. Revisión rutinaria, tumor maligno, buen pronóstico y a pelear. Mientras los altavoces de la Feria del Libro de Madrid lanzaban a los cuatro vientos los nombres de los autores que estaban firmando en las casetas, entre ellos el mío, yo estaba en el hospital con una complicación intestinal. Así comprendí que mi silencio había tenido un precio», escribió en «Tirar una valla». Por entonces, Grandes ya afirmó tener una novela entre manos, la que se publicaría el pasado 11 de octubre de este año: «Todo va a mejorar». Terminada por su pareja, el escritor Luis García Montero, el libro narra una historia «en un mundo perfecto de felicidad obligatoria, donde denunciar la mentira puede costarte la vida». La novela consiguió mantenerla «entera» y durante sus últimos días de vida le dedicó «plenamente su tiempo». A pesar del triste anuncio, Almudena no se lanzó al desánimo y prometió seguir escribiendo sus columnas para «mantener el contacto con los lectores en cualquier circunstancia». «Tal vez reaparezca con pelo, quizás sin pelo, con una melena rizada o con el peinado de mi querida Josefina Báquer, como la llamaba mi abuela. Pero prometo solemnemente que volveré a sentarme en una caseta para firmar ejemplares y mirar a los ojos de mis lectores, de mis lectoras», aseguró en una de sus últimas columnas, aunque jamás pudiera cumplir su promesa. No se entiende la literatura de Almudena Grandes sin los «Episodios de una guerra interminable», la saga de libros que narraron algunos de los peores episodios del siglo pasado, acaparado por la dictadura franquista. Tereixa Constenla contó en «El País» que Grandes «era ese tipo de escritores que monta los andamios y delinea planos antes de empezar el edificio». De «Los pacientes del doctor García», que relató la red en Madrid que refugió nazis en la capital española, a «La madre de Frankenstein», con la vida de Aurora Rodríguez Carballeira, la parricida más conocida del siglo XX después de asesinar a su hija Hildegart. A pesar de ello, el debut de una de las novelistas españolas más importantes de los últimos tiempos llegó de la mano de «Las edades de Lulú», uno de sus libros más conocidos. «Su ciudad fue Madrid, la ciudad de su literatura fue Madrid, cada una de las historias que contó en sus novelas era la historia de Madrid vivida por dentro para los hombres y mujeres de Madrid. Yo sé que ningún reconocimiento le hubiese hecho más ilusión», aseguró Luis García Montero en el acto celebrado en el teatro Español. Con este nombramiento, el Ayuntamiento cumplió su compromiso de homenajear a a la escritora, aunque el alcalde madrileño, José Luis Martínez-Almeida, no se presentara en el acto «por motivos de agenda». Tampoco asistió la cara visible de la Comunidad, la presidenta Isabel Díaz Ayuso. Esto provocó una cascada de críticas a los gobiernos madrileños por no acudir a despedir y rendir tributo a Grandes. Además del nombramiento como Hija Predilecta, la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, anunció en marzo de este año que la estación de Atocha pasaría a llamarse Estación Puerta de Atocha Almudena Grandes. Se trata, según explicó Sánchez, de «un gesto muy importante y cargado de simbolismo» que quiso poner de manifiesto y «visibilizar el compromiso del Gobierno con la igualdad y las políticas de género».

Un año de la muerte de Almudena Grandes, la autora que jamás dejó de escribir para no olvidar a sus lectores

La escritora madrileña falleció escribiendo la novela publicada hace unas semanas, 'Todo va a mejorar', y que fue terminada por su compañero sentimental, el poeta Luis García Montero

Elian Vayá

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