Desde este momento en el que Liz Truss anunciaba la rebaja fiscal que puso la economía británica patas arriba apenas han pasado dos meses. Este jueves, ya sin ella al frente, el nuevo gobierno británico ha presentado el plan que además de una importante reducción en el gasto, incluye una mayor carga fiscal para las rentas más altas. El ministro de Finanzas de Rishi Sunak, Jeremy Hunt, ha presentado un plan que es todo lo contrario a lo que vendió Truss y que acabó en tiempo récord con su carrera política. Las medidas del gobierno conservador británico están a la izquierda de los conservadores españoles: se incluye también un tope al precio de los alquileres (algo que el PP votó en contra y cuyos ayuntamientos se negaron a aplicar en España) y una garantía de que las pensiones futuras subirán siempre con el IPC, además de subir ahora un 10,1%. El Salario Mínimo Interprofesional también se verá incrementado un 9,7%. Una de las medidas más cuestionadas es el aumento fiscal a las rentas más altas. Las de más de 120.000 libras/año pagarán 1.200 libras más: «Pedimos más a los que tienen más», ha dicho Hunt, que calcula recaudar unos 55.000 millones de libras en total en cinco años con todos esos ajustes. Además, los conservadores británicos, fijan un impuesto a los que denominan como ingresos caídos del cielo para las energéticas, un concepto que en España ni siquiera se acepta. Y la tasa impuesta a las energéticas subirá del 25 al 35%. Con ello, Reino Unido espera recaudar 14.000 millones de libras (el triple que en España). Además, Hunt ha anulado la exención del impuesto de circulación a los vehículos eléctricos y aumentará la tasa sobre los locales comerciales. Planea también recortes del gasto público a fin de equilibrar las finanzas estatales y ofrecer confianza a los mercados financieros, que se desestabilizaron tras el plan fiscal anunciado el 23 de septiembre por el anterior Gobierno conservador de Liz Truss. La Oficina de Responsabilidad Presupuestaria, que supervisa las cuentas públicas del Reino Unido, estima que el país ha entrado en recesión y Hunt anunció que la inflación británica se situará este año en el 9,1% y prevé que en 2013 baje al 7,4%. Por otro lado, el ministro calcula que el producto interior bruto (PIB) del país crecerá el 4,2% en 2022, para luego caer un 1,4% en 2023 y subir en 2024 el 1,3%, el 2,6 % en 2025 y el 2,7% el año siguiente. El Reino Unido se endeudará este año fiscal (de abril a abril) en 177.000 millones de libras (201.780 millones de euros), lo que equivale a un 7% del PIB británico, mientras que en 2024 espera hacerlo en 140.000 millones de libras (159.600 millones de euros), el 5,5% del PIB.