Juanjo Millás protagoniza el remake de 'Los Bingueros'
¿Sigue la gente yendo a los bingos? ¿Sigue dando pudor decir que vas?
Juanjo Millás protagoniza el remake de 'Los Bingueros'
49:42
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1667725882354/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Madrid
La sala habría sido una perfecta inspiración para Hopper. Y nosotros para Mariano Ozores. ¿Se siente menos la soledad rodeado de trescientas personas que están haciendo exactamente lo mismo que tú? Pajares y Esteso, perdón, Juanjo y yo nos presentamos en una de las primeras salas de bingo que se abrieron después de que, en 1977, se despenalizaran los juegos de azar en España (el 7 de noviembre cumple 44 años). El Canoe es también el más grande de Madrid.
Pasamos por el control de DNI donde certifican que no estamos en la lista de prohibidos y que, por si nuestro aspecto engaña y estamos muy estropeados, somos mayores de edad. Un prohibido es una persona que consciente de su problema con el juego se auto incluye en una lista para que no le dejen acceder a estas salas. Si quisiera volver a entrar tendrían que pasar un mínimo de seis meses y solicitar a la administración que le borre de la lista.
Mientras que esperamos a que termine la partida en curso charlamos con Luis Miguel Cabeza de Vaca, director de relaciones institucionales de Codere, José Manuel Vázquez, director de bingos España y José Martín Borrero, director de juego. Los tres están convencidos de que las personas que van al bingo lo hacen por ocio y por socializar durante los cinco minutos que hay entre partida y partida. Mientras que dura el juego mejor no hablar por si haces perder algún número al compañero de mesa.
“El bingo que utilizamos ahora no es el tradicional. Es un bingo dinámico: las bolas tienen un código de barras que al pasar por el lector que activa la grabación del número correspondiente”. No hay persona que cante las bolas, pero si tú tienes una línea o un bingo más te vale que grites fuerte porque con un aforo, como el de un viernes, de 300 personas no es fácil oírte. Tampoco pasa nada, siempre hay cerca un empleado y si el bingo dinámico detecta que un cartón está completo se para.
Hay quien prefiere ir al cine, o al teatro, o a un pub y quien prefiere ir al bingo. “No vienen con la intención de ganar dinero porque, con excepciones de premios especiales, no se gana mucho” dice Vázquez. De hecho, lo normal es que pierdas. Y también que prefieras el anonimato. Se nota en lo tensos que se ponen muchos cuando nos ven aparecer con un micrófono. Con lo majos que somos y lo poco que cantamos…
Paqui Ramos
Casi siempre en la radio. Siempre en la SER. Trabajando con Javier del Pino y yendo a sitios con Juanjo...