"Ya habíamos hablado con el pediatra para donar sus órganos": el padre de Pablo recuerda cómo salvaron a su hijo gracias a WhatsApp
El menor de dos años se recupera del colapso pulmonar en el Hospital 12 de Octubre de Madrid, donde continúa conectado a un ECMO
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El padre de Pablo agradece el trabajo de los sanitarios que se movilizaron por Whatsapp para salvar a su hijo
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Madrid
La semana pasada hablamos con Sylvia Belda, el ángel de la guarda de Pablo. Este pequeño burgalés, de tan solo dos años, ingresó en el Hospital Universitario de Burgos con un fracaso pulmonar. Su vida pendía de un hilo. Tras emplear todos los tratamientos posibles, los sanitarios recurrieron a la última opción; un traslado a Barcelona. Como otros 14 centros hospitalarios del país, el Vall d'Hebron cuenta con equipos de oxigenación por membrana extracorpórea (conocidos como ECMO). Pero el de Burgos no y el estado del menor era crítico.
En Barcelona la operación en la que se encontraba el cirujano que debía intervenir a Pablo se demoraba. Y, con ella, su vida. Es entonces cuando Belda abre Whatsapp. A través de los grupos que comparte con otros sanitarios de España, la pediatra en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital 12 de Octubre de Madrid planea un operativo para salvarle la vida al menor. Una tarea imposible si no llega a ser por cinco sanitarios del Hospital Regional Universitario de Málaga.
Un total de cinco sanitarios se desplazaron desde el centro hasta Burgos, donde Sylvia Belda ya esperaba con el ECMO. No solo salvaron la vida de Pablo, también la de Cristina y Rubén García, sus padres. "Se está recuperando poco a poco, aunque todavía está malito porque el pulmón se tarda en recuperar", explica su padre en 'La Ventana', donde ha querido agradecer la labor de los equipos médicos. Su hijo ahora "está fuerte" y sigue conectado a esos pulmones y corazón artificales. "Estaba colgando de un hilo y ahora está cogido por unas cuantas cuerdas", comenta emocionado.
Pablo "era un niño sano" y "lo que era un catarrito" como el que habían cogido sus compañeros de guardería se convirtió en la peor de las pesadillas."El nuestro no terminaba de recuperarse", rememora al preguntarle cómo se originó la situación. Una vez hospitalizado en Burgos y tras probar distintos remedios creyeron que "ya no había nada más que hacer" y llegaron a "pensar en lo peor". Pero llegó "Sylvia con sus amigos de Málaga y me lo salvaron", recuerda feliz.
Próxima visita, Málaga
Rubén define como "el momento más duro de su vida", cuando lo tenía "a dos metros y sabíamos lo que había". Tal era la dificultad y las pocas garantías de éxito que la pareja, incluso, pretendía iniciar los trámites posteriores al fallecimiento. "Ya habíamos hablado con el pediatra para donar sus órganos", recuerda el padre. El médico, por su parte, "se puso a llorar y dijo que no lo harían porque se estaba planeando un traslado a Madrid". "Y ya todos conocen la historia", alega Rubén.
"Sylvia movió cielo y tierra y le han dado una nueva oportunidad", apunta emocionado. Y es que Rubén ha pedido entrar en antena para agradecer la labor de los sanitarios que, incluso, "venían desde su propia casa para salvarle la vida" a su hijo. "Estamos en contacto con ella, pero con el equipo de Málaga no tenemos comunicación, sí sé que están todo el día preguntando por él al igual que Burgos", añade. Rubén ha prometido que, desde que la ocasión lo permita, harán una visita al Hospital Regional Universitario de Málaga.
"La que ha liado Pablo"
Más allá de la gran recaída que sufrió el menor ese mismo día y por la que "las horas eran críticas", Rubén no se ha querido olvidar de ninguno de los profesionales que intervino en el operativo. "Jamás imaginé que habría muchas personas empleando su tiempo para salvar a este pequeñito". Y es que incluso la Policía Local "paró todos los cruces para que la ambulancia no parara en ningún momento", explica.
Por último, una vez pasados los peores momentos para la familia, Rubén ha recordado que a Pablo le encantan las ambulancias y los cuerpos policiales. "En el traslado nos decíamos qué capullo la que ha liado para ser parte de un dispositivo", comenta en tono de humor. Porque más allá de salvar la vida de su hijo han mantenido unida a una familia. "Estábamos hundidos y hemos vuelto a vivir, no es una vida, es la de una familia", culmina Rubén..