El Reino Unido, sumido en un auténtico caos, tiene a la peor primera ministra

La inestabilidad que la guerra de Ucrania está trasladando a gobiernos y parlamentos europeos, se suma, en algún país del continente, una inestabilidad provocada por el resultado de sus últimas elecciones, sus propios políticos y sus propias decisiones. Ahora mismo en el Reino Unido la situación de su primera ministra, en el cargo hace poco más de un mes, parece ya insostenible. El espectáculo vivido ayer en el Parlamento británico, del que tanto hemos hablado aquí en otras ocasiones por sus normas y su estética, dejó en muy mal lugar a la política británica.

Ayer, en la sesión de control, Liz Truss era la viva imagen de la desesperación, con su propia bancada conservadora cuestionándola y la oposición laborista, haciéndola trizas en cada intervención. El Reino Unido tiene a la peor primera ministra para el peor momento, aunque, claro, Truss no ha llegado al puesto sola. Una cadena de errores de sus predecesores, una situación caótica en el país, que no sabe cómo gestionar el lío en el que los propios conservadores le metieron, con la salida de Europa, está dinamitando a todos y cada uno de los ocupantes de Downing Street. Liz Truss se resiste, pero no parece que la situación pueda prolongarse mucho más en el tiempo. La situación económica derivada de la guerra y del propio Brexit reclama unos políticos serios y capaces. Y ahora mismo el Reino Unido está sumido en un auténtico caos.

Y el otro punto de inestabilidad es Italia. Tras las elecciones, de las que pronto hará un mes, tras la victoria de la coalición de la derecha y la ultraderecha, la ganadora Georgia Meloni está teniendo serios problemas para formar un gobierno. Y uno de sus socios de la coalición no se lo está poniendo nada fácil. Silvio Berlusconi, a quien Meloni no le cae nada bien, recuerden esa lista de descalificaciones que él mismo escribió de su puño y letra y se encargó de que la fotografiaran, no deja de meter la pata, meteduras de pata de mucha gravedad para los tiempos que corren. En unos audios se le puede escuchar defendiendo a Putin, calificándole de amigo, y atacando a Ucrania y a su presidente. Y esta, evidentemente, es una línea roja para Meloni que siempre ha dejado clara su posición en esta guerra. Y no estamos hablando de las declaraciones de un loco que no sabe lo que dice. Meloni encabeza una formación política que aspira al menos a cinco puestos en el nuevo gobierno.

Lo decíamos ayer, si desde España miramos a nuestro alrededor, no olvidemos la situación en Francia con unos Presupuestos aprobados por decreto, vemos que, a pesar de algunas notas disonantes, la situación política aquí, no tiene nada que ver con ese caos, y con una oposición proactiva todavía podría ser mejor.