Elon Musk se marca 'un Lola Flores': lanza un perfume a 100 dólares para financiar la compra de Twitter

"Si una peseta diera cada español, pero no a mí, a quien tienen que darla, yo saldría de la deuda". Con esta icónica frase pidió ayuda Lola Flores a la ciudadanía tras declarar ante la Justicia, en 1989, acusada de haber defraudado a Hacienda 467 millones de pesetas. Más de 30 años después, el gurú tecnológico Elon Musk ha lanzado una propuesta parecida con la que asegura que finaciará la compra de Twitter.

"Por favor, comprad mi perfume y así podré comprar Twitter", ha pedido a través de su cuenta en esta misma red social. Musk se refiere a una línea de colonias que ha lanzado al mercado con el nombre de Burnt Hair (pelo quemado) y cuyo eslogan parodia a las fragancias de marcas reconocidas: The Essence of Repugnant Dessire (la esencia del deseo repugnante).

Cada frasco se vende a 100 dólares, lo que equivale a 104,95 euros. ¿Quién sería capaz de gastar una cantidad tan abultada por un producto que suena a broma? En apenas 24 horas, Musk asegura que ya ha vendido más de 20.000 perfumes. De ser cierto, significa que habría recaudado unos dos millones de dólares.

Musk anunció su intención de comercializar su propia línea de perfumes el pasado mes de septiembre. Entonces anticipó que se vendería a través de una página web llamada The Boring Company (la empresa aburrida), la misma de la que el magnate se valió en 2018 para recaudar 10 millones de dólares mediante la venta de lanzallamas a 500 dólares la unidad.

No son los únicos productos estrambóticos que Musk ha puesto a la venta y promocionado. En 2020, lanzó una marca de tequila vinculada a Tesla (TSLA.O), así como "pantalones cortos cortos", con la palabra 'S3XY' escrita en el dorso, que supuestamente simbolizaban la victoria de Musk frente a los inversores que no confiaron en su compañía de coches eléctricos.

La compra de Twitter, más cerca

Se trate de una estrategia de financiación real o una mera payasada, lo cierto es que la idea de comprar Twitter está más cerca. El pasado mes de marzo, el multimillonario se convirtió en el máximo accionista de la compañía y en abril llegó a un acuerdo para comprarla por 44.000 millones de dólares. Varios días después reculó, bajo el pretexto de que no estaba de acuerdo con la forma en la que Twitter identifica los bots y las cuentas falsas de su plataforma.

La tensión fue a más, hasta el punto de que el empresario anunció que renunciaba al acuerdo de compra. En respuesta a su marcha atrás, Twitter lo llevó a los tribunales. Sin embargo, el pasado 4 de octubre, Bloomberg reveló que el multimillonario había enviado una carta a la compañía en la que afirmaba que finalmente pagaría los 54,20 dólares por acción que había prometido en su oferta inicial de abril. La propia empresa lo confirmaba en su perfil dedicado a las relaciones con los inversores.