Nunca es demasiado tarde
La reacción de las autoridades iraníes sigue siendo brutal y será necesaria mucha más presión, no cejar, exigir que los organismos internacionales tomen más medidas y busquen mejores maneras de ayudar a todas esas mujeres

Protestas en Teherán, Irán. (Protestas, Teherán) EFE/EPA/STR / STR (EFE)

Madrid
Tres semanas después de la muerte de la joven iraní Masha Amini a manos de la policía de costumbres y moral, encargada de vigilar cómo llevan el velo y como viven las mujeres iraníes, la protesta en las calles de Teherán y de otras ciudades del país continúa y se extiende. La protesta feminista, protagonizada por jóvenes y hasta por adolescentes y escolares, ha empujado las manifestaciones que unen el grito por las mujeres y por la vida con la exigencia de libertad para todos los ciudadanos, mujeres y hombres.
Poco a poco, nunca es demasiado tarde, se unen a la protesta voces en todo el mundo. Ayer un grupo de actrices francesas se cortó mechones de pelo ante las cámaras de sus móviles para unirse así al gesto que ya han hecho centenares de mujeres iraníes. Pero no es suficiente, la reacción de las autoridades iraníes sigue siendo brutal y será necesaria mucha más presión, no cejar, exigir que los organismos internacionales tomen más medidas y busquen mejores maneras de ayudar a todas esas mujeres dispuestas a arriesgar la vida por reclamar sus derechos.

Soledad Gallego-Díaz
Es periodista, exdirectora del periódico 'EL PAÍS'. Actualmente firma columnas en este diario y publica...