Ojalá que no tengan que pasar 20 años para que puedan ver lo que cambió un país una sola tarde
Han dicho que es ideológica, que es lo que dicen de las leyes cuando las hace la izquierda

Madrid
Dicen que ha llegado tarde porque la han retenido dos meses en el Senado, pero qué va. Llega más tarde que eso y ojalá que hubiera llegado antes de la manada. Y antes de que dos municipales se librasen de la cárcel por un curso y un pacto después de haber violado también a una chica de 18 años, aunque fueron condenados por abuso. Ojalá que hubiera sido antes de que se tomaran por abusos tantas violaciones. Pero ha llegado, al fin, en uno de esos momentos en que un país avanza varios años en una sola tarde.
"El grito feminista del 'solo sí es sí', del 'hermana yo sí te creo', se convierte en ley en este país. Y el país feminista que somos se convierte también en arquitectura del Estado. Estamos muy orgullosas", dijo Irene Montero.
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De esta ley, la del sólo sí es sí, han dicho que es ideológica, que es lo que dicen de las leyes cuando las hace la izquierda. Las reformas laborales, las leyes educativas, los recursos contra el aborto son asépticos si los hace la derecha pero si los hace la izquierda son adoctrinamiento.
Leyes ideológicas: si los ciudadanos no votamos para que las mayorías parlamentarias hagan leyes, ¿para qué votamos? Han dicho que se acaba con la presunción de inocencia de los hombres, pero es mentira. Como eso de si hará falta un contrato para acostarse con alguien. Que parece una broma de mal gusto hasta que te das cuenta de que lo dicen en serio. Lo dicen hasta en el parlamento.

La ministra de Igualdad, Irene Montero (i) a su llegada tras el receso de la sesión extraordinaria en el Congreso de los Diputados, este jueves (EFE/ Mariscal). / MARISCAL

La ministra de Igualdad, Irene Montero (i) a su llegada tras el receso de la sesión extraordinaria en el Congreso de los Diputados, este jueves (EFE/ Mariscal). / MARISCAL
"El objetivo no es proteger a la mujer. El objetivo es destruir al hombre blanco heterosexual", dijo ayer una diputada de Vox.
Esos que se preguntan cómo van a demostrar ahora el consentimiento dicen que están indefensos. Son los mismos que nunca se han preguntado por la indefensión de las mujeres violadas que tuvieron que demostrar si hubo intimidación o violencia. Lo tuvieron que demostrar ellas, obligadas a vivir un trauma en un juicio y sometidas muchas veces a la sospecha humillante de si iban provocando o a preguntas vejatorias. ¿Por qué han visto a los jueces capaces de discernir si fue una violación y si hubo violencia, pero no les ven capaces de establecer si hubo consentimiento? ¿Qué miedo les da, y a quién?
"Lo que decía la víctima de la manada. Esta ley no es su ley. Es de todas las mujeres", aseguraba Laura Verja.
La ley es un avance en la protección de las mujeres en un país con 400.000 actos de violencia sexual al año. Ojalá que quienes no lo ven ahora, quienes sólo ven ideología en lo que hacen los demás, no hagan como hicieron con cada derecho: con el divorcio y con el matrimonio igualitario y con la eutanasia. Ojalá que no tengan que pasar 20 años para que puedan ver lo que cambió un país en una sola tarde.
