Internacional

Francia mantiene su oposición al gaseoducto pirenaico MidCat

Proponen como alternativa construir terminales metaneros en zonas marítimas de países como Alemania

Vista de las tuberías de gas en la estación compresora de Mallnow, Alemania (EFE/FILIP SINGER). / FILIP SINGER EFE

París

Francia no tiene intención de desbloquear el proyecto de gaseoducto a través de los Pirineos catalanes, llamado MidCat, pese al deseo del Gobierno español. En un detallado comunicado del Ministerio de Transición Energética, la postura es inequívoca en este sentido. “Este proyecto tardaría años en ser operacional y no respondería a la crisis actual”, se afirma sobre los estudios y obras de la parte francesa para poder hacer frente a la necesidad urgente de dejar de depender del gas ruso. En cambio, se considera como “una solución más rápida” construir terminales metaneros en zonas marítimas de países como Alemania.

“Los Estados miembros de la Unión Europea que disponen de una fachada marítima han emprendido la construcción de terminales metaneros, una solución más rápida y que permite importar gas de los países del Golfo y Estados Unidos”, se contrapone en este comunicado a la opción de aumentar el número de gaseoductos procedentes de España. Y se insiste en que “estos terminales en el norte y este de Europa, y especialmente en Alemania, representan unas inversiones menores y más rápidas, si son flotantes”.

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El nuevo ministerio, cuya titular es Agnès Pannier-Runacher, reconoce que los dos gaseoductos pirenaicos a través de Biriatou, en el País Vasco, y Larrau, en Navarra, “funcionan a pleno rendimiento desde el inicio de la crisis ucraniana”, con 225 gigavatios hora. El MidCat doblaría esta capacidad. Pero también se alega el desafío climático para cuestionar el desarrollo “de infraestructuras gasistas perennes cuando Europa acelera la transición hacia la neutralidad carbono en 2050”.

Y también se duda sobre la posibilidad que en el futuro este gaseoducto sirva para transportar hidrógeno verde. “Las incertidumbres son muy elevadas sobre las capacidades de producción y consumo de hidrógeno y, a posteriori, sobre la necesidad de una infraestructura de esta envergadura con tanta antelación”, se asegura.

Proyecto abandonado

De hecho, los 120 kilómetros entre la frontera y la población de Barbaira, al este de Carcasona, nunca se llegaron a licitar cuando el proyecto fue abandonado en 2019. El comunicado recuerda “la fuerte oposición local y de asociaciones de protección del medio ambiente”. En ese momento, el alto coste de la infraestructura y el objetivo de abandonar a largo término energías como el gas recibió el informe desfavorable de los reguladores español y francés y la Comisión Europea lo retiró de sus proyectos prioritarios. Se calcula en 450 millones la inversión necesaria para reemprenderlo desde Hostalric, Girona, aunque en este mismo comunicado se eleva la cifra a 3.000 millones para que Francia adapte sus conexiones al resto de Europa.

El gestor de la red del gas del sur de Francia, Teréga, había anunciado su intención de volver a pedir a Bruselas, junto a su homólogo español Enagás, el permiso para recuperar el proyecto. Y la ministra de Transición Ecológica española, Teresa Ribera, incluso dijo hace unos días de que el MidCat podría estar operativo en ocho o nueve meses, en la parte catalana. “Son decisiones que conciernen todos los Estados miembros y, por tanto, el diálogo europeo es esencial en proyectos de este tipo”, se responde desde la parte francesa. Lo que augura aún importantes discusiones entre los propios jefes de Estado y de gobierno.

 
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