El Supremo concluye que grabar una conversación con tus superiores no es una falta de respeto

Madrid

La sala de lo militar del Tribunal Supremo ha absuelto a un sargento de la guardia civil que grabó una conversación con sus superiores. El acusado fue condenado por una falta grave de desconsideración a una pena de suspensión de empleo y sueldo por un plazo de cinco días. Los hechos ocurrieron en 2020 cuando el jefe de la comandancia de Navarra le convocó a su despacho por una incidencia en su servicio.

El sargento grababa la reunión que versó sobre cuestiones profesionales y en la que estuvo presente otro agente de la benemérita. Todo iba bien hasta que la grabadora falló y sus interlocutores se percataron de que les estaba grabando.

El alto tribunal le absuelve porque para que haya desconsideración tiene que haber "falta de respeto o de consideración". Y dice la sala que "grabar una conversación, siendo uno de los intervinientes, no es algo que pueda considerarse una falta de respeto, pues se puede respetar al interlocutor y, a pesar de ello, grabar la conversación. Ni por ello se le hace de menos ni se falta gravemente a la cortesía con el interlocutor.

Cuestión distinta es la difusión de la conversación grabada, pero no es preciso entrar en ese hecho pues no es el que aquí se plantea. Así pues, concluye, "grabar una conversación por uno de los partícipes en ella no puede por sí sólo considerarse un acto ilícito con independencia de lo que nos parezca tal conducta".