La dificultad de seguir trabajando después del cáncer
Según un estudio del Centro de Investigación en Salud Laboral, las personas -especialmente mujeres- que han padecido esta enfermedad siguen trabajando una vez recibida el alta médica en menor medida que el resto
Pacientes de cáncer en un hospital / RODRIGO ARANGUA
Madrid
En España serán diagnosticados más de 280.000 mil casos de cáncer a finales del 2022, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica. Las personas que han estado de baja por esta enfermedad tienen más dificultades para seguir trabajando, una vez que reciben el alta. Además, presentan una menor estabilidad laboral.
"Volver al trabajo ha significado volver a ser yo. El trabajo es importante, pero trabajamos para vivir no vivimos para trabajar. Te vuelves a encontrar contigo misma, antes de la enfermedad y compruebas que puedes volver a trabajar". María forma parte del 9 por ciento de pacientes oncológicos que han tenido que cambiar de función dentro de su empresa, e incluso de trabajo, después de recibir el alta médica. "Debido a los tratamientos, mi brazo izquierdo quedó dañado. Tuve que reconvertir mis funciones en el trabajo, pero fui yo la que busqué soluciones. No se me ofreció una reincorporación más lenta al trabajo".
La Universidad Pompeu Fabra y el Centro de Investigación en Salud Laboral -CISAL- acaban de publicar un estudio que relaciona el empleo con el cáncer. Han evaluado la trayectoria laboral de varias trabajadoras de Cataluña que tenían una baja por cáncer y los resultados los han comparado con otras personas que también estaban de baja, pero debido a otra enfermedad. Los resultados muestran que aquellas mujeres que se han ausentado de su puesto por el cáncer siguen trabajando después de recibir el alta médica con menos frecuencia que el resto. "Una vez que acaban el tratamiento pasan por un tribunal que les autoriza o no a regresar. En la mayoría de los casos vuelven al trabajo en cuanto acaban el ese tratamiento" explica Amaya Ayala, investigadora y primera autora del informe.
"Volver al trabajo ha significado volver a ser yo. El trabajo es importante, pero trabajamos para vivir no vivimos para trabajar.
— A María le diagnosticaron un cáncer de mama en septiembre de 2019, cuando tenía 44 años. Forma parte del 9 por ciento de pacientes oncológicos que han tenido que cambiar sus funciones en el trabajo por las secuelas del tratamiento.
Esa incorporación inmediata, y no gradual, al trabajo tiene consecuencias negativas porque la mayoría de pacientes sufren secuelas como consecuencia de los tratamientos, a veces agresivos, que han recibido. Trabajar tiene un efecto positivo en la salud de estas personas. La investigación arroja una conclusión firme. Una de las claves del estudio es que el regreso a la vida laboral no se hace paulitamente. ¿Existen en España programas de retorno progresivo? Existen. Pocos, porque no todas las empresas tienen desarrollado un sistema que permita a estos pacientes -algunos con secuelas crónicas- volver poco a poco. "En otros países, como Holanda, el retorno es progresivo y con vuelta atrás si se produce un retroceso por una razón clínica o de otro tipo", asegura Fernando Benavides es otro de los investigadores que firman el estudio.
No trabajar genera desigualdad, además no poderlo hacer cuando se quiere o se puede retrasar la recuperación total del enfermo. hgfhfgh. El estudio concluye que hay que seguir investigando en este campo porque es determinante para el futuro laboral de los pacientes con cáncer.
