El periodismo necesita una catarsis

Madrid

La corrupción política en este país hubiera sido imposible sin la participación y la connivencia de otros actores más allá de determinados políticos. Sin el favor de algunos policías hubiera sido imposible, sin el favor de cierta clase empresarial tampoco, así como sin el favor de algunos jueces y sí, también, sin el favor de ciertos periodistas. Y como esto último atañe a mi profesión, quiero detenerme aquí, porque es, sobre todo muy fácil en las redes sociales, meternos a todos en el mismo saco. Y si es tremendamente injusto e incluso peligroso meter a todos los políticos en el mismo saco, lo mismo pasa con el resto.

Así que voy a hablarles en nombre de Àngels Barceló, periodista. Nadie ha decretado mi silencio sobre el episodio de Villarejo con Ferreras, nadie me ha dicho que no hable de ello y la prueba es que lo estoy haciendo ahora.

Nuevos audios de Villarejo revelan cómo se fabricó la noticia falsa de la cuenta de Pablo Iglesias en Granadinas

Hace ya mucho tiempo que nuestra profesión necesita una catarsis, nosotros también somos responsables del deterioro democrático de este país, no somos unos actores secundarios, tenemos un papel determinante en el relato de la historia. Es nuestra obligación ser fieles a la verdad, fiscalizar al poder, sea del color que sea, cuestionar, preguntar, es nuestra obligación ser incómodos. Lo que no es nuestra obligación, es más, va contra los principios deontológicos de esta profesión, es formar parte de las cloacas, ser voceros de las fuerzas políticas, querer intervenir en el transcurso de los acontecimientos. Nuestro papel es contarlos y cuestionar aquello que consideremos que va en contra de los cauces democráticos. Porque no estamos hablando solo del deterioro de la política, de las instituciones o del periodismo. Ciertas prácticas, como publicar noticias falsas sabiendo que lo son, a quien hace realmente daño es a la democracia.

En este programa y en esta casa siempre hemos denunciado y contado las maniobras de las cloacas del estado para hacer frente a otras opciones políticas. Lo hemos hecho con el independentismo, opción que puede defenderse siempre dentro de los cauces democráticos, y lo hemos hecho cuando estas cloacas han actuado en contra de una nueva formación como Podemos. Aquí lo hemos contado. Y si nos hemos equivocado en alguna ocasión hemos rectificado.

Y ahora que uno de los actores implicados es un periodista también lo contamos. Pero no me pregunten a mí por ello, nunca encontrarán una conversación mía con Villarejo, ni una reunión... pregunten a quien sí lo ha hecho, pregunten a quien ha difundido noticias falsas, sabiendo que lo hacía, porque esto es muy grave. Pero pregunten también a los que se sientan en las mismas mesas y participan las mismas tertulias de los que lo hacen, porque de esta manera les blanquean. Ellos son los que tienen que dar explicaciones.

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