El problema para la derecha es que son cuatro mujeres, jóvenes y progresistas

Ayer, otra vez, el Gobierno volvió a hacer públicas sus discrepancias entre los socios de coalición. En esta ocasión, el motivo es el gasto en Defensa. Cierto es que de las muchas ocasiones en las que alguna de las partes ha sobreactuado, esta es, quizás, una de las veces en la que la discrepancia es lógica. La postura de Unidas Podemos sobre el gasto en Defensa, incluso sobre la OTAN, es de todo el mundo conocida y forma parte, podríamos decir, de su ADN. Así que, esta vez, la discrepancia es lógica y debería formar parte de las diferentes opiniones que es normal que haya dentro de un Gobierno de coalición.

El problema es cuando las opiniones diferentes se suceden con demasiada frecuencia y se airean sin pudor, entonces la sensación de fragilidad del Ejecutivo se acentúa y se convierte en material inestimable para la oposición, que confía en que el Gobierno se devore a sí mismo, y espera sentado su descomposición, sea real o sea electoral. Porque el propio Gobierno es capaz de ensombrecer sus logros y quitarle todo el brillo a las noticias positivas que surgen de su gestión, que no son pocas.

Pero es que además consiguen que retiremos el foco de la estrategia del PP, que, aunque con otro tono, es decir, sin insultar, algo que puso en valor el propio Feijóo, sigue siendo el mismo PP. Que el viaje de la ministra de Igualdad a Nueva York fuera objeto de crítica voraz en las redes no es noticia, en ese foro se escupe y se insulta sin pudor, que lo utilizara el otro día aquí la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, formaba parte del argumentario y ella puede que tenga todavía trazas del antiguo PP, pero que el nuevo líder le pida al presidente del Gobierno explicaciones por ese viaje parece una broma.

Qué problema hay con el viaje de Irene Montero y otras miembros del partido a Nueva York, donde ha tenido su agenda y sus actividades, como Isabel Díaz Ayuso o Elías Bendodo, por cierto. Qué problema hay con su foto en la calle, como Ayuso y Bendodo, por cierto. Yo les diré cuál es el problema, el problema es que son cuatro mujeres, jóvenes y progresistas, y que una de ellas encabeza el Ministerio de Igualdad, ministerio que la derecha eliminaría a la mañana siguiente de empezar a gobernar como ya hizo en su momento.

Pero es que este es el PP que en los últimos días ha sembrado la duda sobre la legalidad de las próximas elecciones, insinuando la posibilidad de un pucherazo, unas acusaciones gravísimas en boca de los miembros del nuevo PP. ¿Será, pues, que no es tan nuevo, y que todo es un espejismo, alentado, otra vez, por las encuestas?

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