Así se enfrentan los hermanos al cáncer infantil: "Lo aprendemos solos. No nos queda otra"
Carles Francino recibe en La Ventana a Lucía, la hermana de una niña diagnosticada con un tumor óseo maligno
Así se enfrentan los hermanos al cáncer infantil: "Lo aprendemos solos. No nos queda otra"
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Madrid
Cuando a un niño se le diagnostica cáncer, las dinámicas familiares se ponen patas arriba. Y los hermanos, que también son niños, sienten en sus propias pieles estos cambios. Ellos continúan con sus vidas mientras su entorno dedica lógicamente la mayor parte del tiempo a su hermano enfermo. Pero ellos también juegan un papel fundamental en la cura del cáncer. Por ello, la Fundación Juegaterapia dedica su última campaña a ellos, los hermanos de enfermos de cáncer infantil.
Lucía es la hermana de María, una niña de 10 años que lleva tres luchando contra un Sarcoma de Ewing. Mientras María se encuentra “sumando vidas”, Lucía confiesa que todavía le cuesta pronunciar la palabra cáncer, pero dejó de estar asustada por esa palabra y es un soporte anímico esencial para su hermana María. Nadie le ha enseñado a apoyar a su hermana, pero tal y como ella misma confiesa: “Lo aprendemos solos. No nos queda otra”.
La Fundación Juegaterapia y su homenaje a los hermanos
Lucía es una de los miles de hermanos y hermanas que cargan con esta responsabilidad y la Fundación Juegaterapia ha lanzado una campaña para reivindicar su lugar en la lucha contra el cáncer. En ocasiones tienen que dar un paso al lado, pero como confiesa Anna Rubau, directora de Marketing y Comunicación de esta organización, los hermanos tienen un vínculo especial con los enfermos y ellos también “curan”.
“Son muy conscientes de que su hermano requiere toda la atención”, apunta Rubau, que señala que no se atreven a llorar, pero que necesitan, al igual que sus hermanos, el apoyo de sus padres. Afrontan esta situación en silencio y por ello, la Fundación Juegaterapia está ayudando a “verbalizar lo que sienten” con una campaña que pone el foco en sus sentimientos y emociones.
Estos hermanos “tienen una madurez especial” y “demuestran un saber estar increíble en circunstancias complicadas”, añade Anna, que afirma que “Lucía es el claro ejemplo de que estos hermanos merecían un homenaje y un reconocimiento”. Para Lucía, “cada momento es único”, y como concluye María, “no hay que rendirse nunca”.
