La Cumbre de Los Planetas

Los años pasan volando, eso es innegable. Tan solo había que fijarse en la edad media del público que se acercó este viernes al auditorio del parque Enrique Tierno Galván de Madrid para ver a Los Planetas, que superaba con creces lo visto durante esta semana y la anterior en el Tomavistas Extra. Los había con los amigos de siempre, los que iban con su camiseta de la ‘X’, los que fueron con sus parejas, y hasta con hijos (incluso alguno no aguantó hasta el final del concierto y tuvo que improvisar una cama sobre el césped) y, cómo no, también gente joven. Porque Los Planetas, pese a su nomenclatura de grupo para puretas, llega a todos los públicos: los que les vieron nacer y los que han nacido durante su legado indie.

Los integrantes de Los Planetas al completo –sabemos que, en contadas ocasiones y según qué tipo de concierto, alguno se ha quedado en casa– pisaron el suelo de Madrid con fuerza para presentar su último disco Las Canciones del Agua. Lo hacían a sabiendas de que este no era un concierto más de un festival, era su Cumbre. La Cumbre de Los Planetas. Tras salir al escenario cuando el sol aún estaba cayendo y sonando una marcha imperial al puro estilo 'Star Wars', Jota tiró de gracia haciendo referencia al evento de la OTAN que ha paralizado la capital esta misma semana. “Hemos invitado a Biden, pero no ha venido”, dijo tras arrancar con una sarta de temazos: Segundo Premio, Pesadilla en el Parque de Atracciones y Devuélveme la Pasta.

Eric Jiménez se mostró pletórico a la batería, acaparando aplausos y vítores del concierto. Florent también estuvo en estado de gracia, además de estar especialmente cariñoso con el público madrileño. Sus aportaciones a veces hacían ininteligibles la voz de Jota como en Seguiriya de los 107 faunos. Salvo por este momento, el vocalista de Los Planetas, con cascos durante todo el concierto, fue creciendo. Cigarro en mano o tocando la guitarra, el show se convirtió en karaoke en Santos que Yo te Pinté, hasta que llegaron, de manera conjunta, los temas que escribió la banda durante la pandemia: El rey de España y El Negacionista. Un dúo menos conocido por los presentes pero que su sonido más planetario que en anteriores discos contagió a todos. Antes de ellas fue turno de Islamabad, una versión de Ready pa Morir de Yvng Beef, muy querido por el líder del grupo.

“Reunión en la Cumbre de la OTAN”, así dio paso Jota a la segunda parte del concierto con esta canción de premonitorio título de su disco La Leyenda del Espacio de 2007. Y la banda entró en fase 'dientes largos'. Eric aporreaba la batería, Florent se retorcía con la guitarra y Banin le daba el toque electrónico que hacía los temas más actuales. Prueba Esto, Corrientes Circulares y la esperadísima Un Buen Día, terminaron de romper el auditorio. Una alianza grupo-público, como las que han firmado los dirigentes mundiales en Madrid durante esta semana, que no se veía desde hacía tiempo. Los Planetas volvían a enamorar y a poner ojos vidriosos entre sus fans, hambrientos de volver a sentir algo parecido a los años felices.

Tras el éxtasis de Los Planetas llegaron los temas que ablandan la patata como Espíritu Olímpico, David y Claudia y la novísima Alegrías de Graná (la cual descoronó en su final para meter en la letra la palabra monumento), para posteriormente hacer saltar todo por los aires con Alegrías del Incendio y De Viaje. Con un público exaltado, que hasta se arrancó con varios pogos en la zona del foso del auditorio, todo se apagó. Los Planetas regresaron en los bises con Zona Temporalmente Autónoma, canción que da nombre a su penúltimo disco, y cerraron con Toxicosmos y su coreado “y rezamos para no volver jamás”. Jota se despidió en solitario y se fue por la izquierda del público, mientras Eric y Florent se abrazaron y marcharon por el otro lado. Un cierre tenue pero con criterio que permite digerir las emociones, que no fueron pocas. Y porque cerrar con una canción de Una Semana en el Motor de un Autobús, es siempre bien.

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